5. Allí había un muro, que rodeaba toda la parte exterior de la Casa. La vara de medir que el hombre tenía en la mano era de seis codos, a razón de codo y palmo, es decir, de medio metro por cada codo. El hombre midió el espesor y la altura de la construcción, y ambos medían una vara.





“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina