18. Ella había puesto de manifiesto sus prostituciones y había descubierto su desnudez. Entonces mi corazón se hastió de ella, como me había hastiado de su hermana.





“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina