Eclesiástico, 38
9. Si estás enfermo, hijo mío, no seas negligente, ruega al Señor, y él te sanará.
9. Si estás enfermo, hijo mío, no seas negligente, ruega al Señor, y él te sanará.
Eclesiástico 38 es un capítulo que habla sobre la importancia de la medicina y los médicos, y sobre la necesidad de cuidar bien nuestra salud. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:
Proverbios 17:22: "El corazón alegre es un buen remedio, pero el espíritu abatido hace que los huesos se sequen". Este versículo muestra que la felicidad y el bienestar emocional pueden contribuir a la salud física.
Proverbios 4:20-22: "Mi hijo, atento a mis palabras, incluya su oído a mis instrucciones. No los dejes separados de tus ojos; sede en tu corazón. Porque son la vida para aquellos a quienes los encuentran y la salud tu cuerpo. " Este versículo muestra que la sabiduría puede traer vida y salud a nuestro cuerpo.
Isaías 38:21: "Entonces tomaron un higo y lo colocaron sobre la úlcera; y él curó". Este versículo muestra la importancia de las terapias naturales y los remedios caseros para curar la enfermedad.
Mateo 9:12: "Pero Jesús, escuchando, les dijo que no necesitan al médico, sino a los enfermos". Este versículo muestra que Jesús reconoció la importancia de los médicos y los tratamientos médicos.
Lucas 5:31: "Y Jesús, respondiendo, les dijo que no necesitan un médico que esté sano, sino aquellos que están enfermos". Este verso es similar al anterior y también muestra la importancia de los médicos y los tratamientos médicos.
“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina
