Trouvé 435 Résultats pour: santo sábado

  • Éste es el holocausto propio del sábado, con su correspondiente ofrenda de vino, además del holocausto diario". (Números 28, 10)

  • salvando al homicida de las manos del vengador de sangre; lo volverá a la ciudad de refugio donde había huido, y allí se quedará hasta la muerte del sumo sacerdote ungido con el óleo santo. (Números 35, 25)

  • Guarda y santifica el día del sábado, como te ha mandado el Señor, tu Dios. (Deuteronomio 5, 12)

  • Acuérdate de que tú fuiste siervo también en Egipto y de que el Señor, tu Dios, te sacó de allí con mano fuerte y brazo poderoso. Por eso el Señor, tu Dios, te manda guardar el sábado. (Deuteronomio 5, 15)

  • El Señor, tu Dios, está en medio de tu campamento para protegerte y librarte de tus enemigos. Por tanto, tu campamento debe ser santo, para que el Señor no vea indecencias en medio de él y no se aparte de ti. (Deuteronomio 23, 15)

  • Josué dijo al pueblo: "Vosotros no podréis servir al Señor, porque él es un Dios santo, un Dios celoso, y no soportará vuestros delitos ni vuestros pecados. (Josué 24, 19)

  • Nadie como el Señor es santo -fuera de ti no hay otros-, no hay roca como nuestro Dios. (I Samuel 2, 2)

  • Y las gentes de Bet Semes decían: "¿Quién podrá resistir al Señor, este Dios santo? Y ¿adónde enviaremos el arca, lejos de nosotros?". (I Samuel 6, 20)

  • El sacerdote respondió: "No tengo a mano pan ordinario; no hay más que pan santo, si es que tus hombres se han abstenido al menos de relaciones con mujeres". (I Samuel 21, 5)

  • Entonces el sacerdote le dio el pan santo, porque no había allí otro pan que el pan presentado al Señor, y ese mismo día se había retirado del altar para reemplazarlo por pan reciente. (I Samuel 21, 7)

  • Aquella mujer dijo a su marido: "Mira, me he dado cuenta de que es un hombre de Dios, un santo, ese que pasa siempre por nuestra casa. (II Reyes 4, 9)

  • Él replicó: "¿Por qué vas hoy adonde él está, si no es novilunio ni sábado?". Pero ella dijo: "¡Queda con Dios!". (II Reyes 4, 23)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina