Trouvé 183 Résultats pour: número de la bestia

  • El quinto vertió su copa sobre el trono de la bestia; su reino quedó sumergido en las tinieblas; las gentes se mordían la lengua de dolor, y (Apocalipsis 16, 10)

  • Después vi salir de la boca del dragón, de la bestia y de la del falso profeta tres espíritus inmundos, como ranas: (Apocalipsis 16, 13)

  • Y me transportó en espíritu a un desierto. Y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres blasfemos, con siete cabezas y diez cuernos. (Apocalipsis 17, 3)

  • El ángel me dijo: "¿De qué te extrañas? Yo te explicaré el misterio de la mujer y de la bestia que la soporta, que tiene siete cabezas y diez cuernos. (Apocalipsis 17, 7)

  • La bestia que has visto era, pero ya no es; va a subir del abismo y a encaminarse hacia su ruina. Los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se llenarán de estupor cuando vean reaparecer a la bestia que era y ya no es. (Apocalipsis 17, 8)

  • Y la bestia, que era y que ya no es, es el octavo, uno de los siete, que camina hacia su ruina. (Apocalipsis 17, 11)

  • Los diez cuernos que has visto son diez reyes, que no han recibido aún el reino, pero que recibirán con la bestia el poder de reyes por una hora. (Apocalipsis 17, 12)

  • Están todos de acuerdo en poner a disposición de la bestia su fuerza y su poder. (Apocalipsis 17, 13)

  • Los diez cuernos que has visto y la bestia odiarán a la prostituta, la despojarán de sus vestiduras toda desnuda, comerán sus carnes y la quemarán. (Apocalipsis 17, 16)

  • Porque Dios les ha inspirado la resolución de ejecutar su propio designio y ponerse de acuerdo para poner a disposición de la bestia su poder real hasta que se cumplan las palabras de Dios. (Apocalipsis 17, 17)

  • Y vi a la bestia y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para hacer la guerra contra el que estaba montado en el caballo y contra su ejército. (Apocalipsis 19, 19)

  • Pero la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta, que con sus prodigios ante la otra bestia había seducido a los que llevaban la marca de la bestia y habían adorado su estatua. Y fueron arrojadas vivas las dos a un estanque de fuego, de azufre ardiente. (Apocalipsis 19, 20)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina