Trouvé 50 Résultats pour: lepra

  • y al séptimo día lo examinará; si la mancha se ha extendido por la piel, lo declarará impuro, pues es lepra. (Levítico 13, 27)

  • el sacerdote examinará la llaga; si la llaga está más hundida que la piel y el pelo se ha vuelto amarillento y ralo, declarará impuro al enfermo: es tiña, la lepra de la cabeza y de la barba. (Levítico 13, 30)

  • Pero si en la parte calva de la cabeza aparece una llaga de un blanco rosáceo, es lepra que brota de la calvicie. (Levítico 13, 42)

  • El sacerdote la examinará; si la inflamación de la llaga es de un color blanco rosáceo, como el de la lepra de la piel, (Levítico 13, 43)

  • ese hombre es un leproso e impuro. El sacerdote lo declarará impuro, pues lleva la llaga de la lepra en su cabeza. (Levítico 13, 44)

  • Mientras le dure la lepra, será impuro y, siendo impuro, vivirá aislado, fuera del campamento". (Levítico 13, 46)

  • "Si aparece una mancha de lepra en un vestido, de lana o lino, (Levítico 13, 47)

  • si la mancha es de un color verdoso o rojizo, es un caso de lepra que debe ser mostrado al sacerdote. (Levítico 13, 49)

  • Si al séptimo día ve que se ha extendido por el vestido, es un caso de lepra contagiosa; el objeto es impuro. (Levítico 13, 51)

  • El vestido, de cualquier clase que sea, afectado por la lepra, deberá ser quemado por el fuego, porque es lepra contagiosa. (Levítico 13, 52)

  • Si el sacerdote ve que la lepra no se ha extendido por el vestido, (Levítico 13, 53)

  • Si la mancha vuelve a aparecer en el vestido, se trata de una lepra activa; el objeto infectado será echado al fuego. (Levítico 13, 57)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina