Trouvé 87 Résultats pour: león

  • Y entonces, aun el más valiente, el que tiene el corazón semejante al del león, perdería el ánimo; porque todo Israel sabe que tu padre es un valiente y que los que están con él son también valientes. (II Samuel 17, 10)

  • Benayas, hijo de Yehoyadá, hombre valiente y rico en hazañas, de Cabseel, fue el que mató a los dos héroes de Moab; fue también el que bajó a la cisterna y mató en ella a un león un día de nieve. (II Samuel 23, 20)

  • Éste se fue; un león le salió por el camino y lo mató, quedando su cadáver tendido en el camino. El asno y el león se quedaron junto al cadáver. (I Reyes 13, 24)

  • Unos hombres que pasaban vieron el cadáver tendido en el camino y el león al lado, llegaron a la ciudad del profeta anciano y lo contaron. (I Reyes 13, 25)

  • Cuando se enteró el profeta que había hecho volver al otro de su camino exclamó: "Es el hombre de Dios, que ha sido rebelde al mandato del Señor, y por eso el Señor lo ha entregado al león para que lo matara y lo despedazara, como había dicho el Señor". (I Reyes 13, 26)

  • Partió y halló el cadáver del otro tendido en el camino, y el asno y el león de pie junto al cadáver. El león no había devorado el cadáver ni había despedazado al asno. (I Reyes 13, 28)

  • le dijo: "Por no haber obedecido a la voz del Señor, cuando te separes de mí, te matará un león". Y apenas se separó de su lado, un león lo encontró y lo mató. (I Reyes 20, 36)

  • Benayas, hijo de Yehoyadá, hombre valiente, rico en hazañas, de Cabseel, mató a los dos héroes de Moab; y él fue también quien, un día de nieve, bajó a una cisterna y mató a un león. (I Crónicas 11, 22)

  • Pon en mi boca palabras oportunas cuando esté delante del león, y cambia su corazón en odio contra nuestro enemigo para que perezca con sus cómplices. (Ester 14, 13)

  • Los rugidos del león, sus aullidos salvajes, como los dientes de los leoncillos quedan rotos. (Job 4, 10)

  • Perece el león por falta de presa, y los cachorros de la leona son desperdigados. (Job 4, 11)

  • Si me levanto, como a un león me das caza, y vuelves a invadirme con tu espanto. (Job 10, 16)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina