Trouvé 34 Résultats pour: indignación
Moisés, preso de gran indignación, dijo al Señor: "No hagas caso de su ofrenda. Ni un asno he tomado yo de ellos; a ninguno de ellos he perjudicado". (Números 16, 15)
el Señor no le perdonará, sino que la ira y la indignación del Señor se encenderán contra él, y todas las maldiciones escritas en este libro caerán sobre él hasta borrar su nombre de debajo de los cielos. (Deuteronomio 29, 19)
El Señor los ha arrancado de su tierra con ira, furor y gran indignación, y los ha arrojado a otras tierras hasta hoy. (Deuteronomio 29, 27)
Entretanto cesó la indignación del rey contra Absalón, porque ya se había consolado de la muerte de Amnón. (II Samuel 13, 39)
Etonces tomó a su hijo primogénito, el que debía sucederle en el trono, y lo ofreció en holocausto sobre la muralla. Sobrevino una gran indignación contra los israelitas, los cuales levantaron el campamento y volvieron a su tierra. (II Reyes 3, 27)
Pasaron a sus hijos y a sus hijas por el fuego, practicaron adivinaciones y encantamientos y se entregaron a hacer todo lo que es malo a los ojos del Señor, provocando así su indignación. (II Reyes 17, 17)
Quemó a su hijo, se dio a la magia y a encantamientos, instituyó nigromantes y adivinos, e hizo tantas cosas malas a los ojos del Señor que provocó su indignación. (II Reyes 21, 6)
porque han hecho lo que es malo a mis ojos, y han provocado mi indignación, desde el día que salieron sus padres de Egipto hasta el presente". (II Reyes 21, 15)
por haberme abandonado y haber quemado incienso a dioses extranjeros hasta provocar mi indignación con todas las obras de sus manos; mi cólera se encenderá contra este lugar y no se apagará. (II Reyes 22, 17)
Quemó a sus propios hijos en el valle de Ben Hinnón. Se dio a la magia, a la adivinación, al ocultismo, se rodeó de nigromantes y encantadores; hizo tantas cosas malas a los ojos del Señor, que provocó su indignación. (II Crónicas 33, 6)
por haberme abandonado y haber quemado incienso a dioses extranjeros provocando mi indignación con todas las obras de sus manos. Mi cólera se encenderá contra este lugar y no se apagará. (II Crónicas 34, 25)
desató sobre ellos el fuego de su cólera, furor, indignación y angustia, tropel de mensajeros de desgracias; (Salmos 78, 49)