Trouvé 1192 Résultats pour: guerra de david

  • Así triunfó David del filisteo y le mató; no había espada en manos de David. (I Samuel 17, 50)

  • David corrió, se detuvo ante el filisteo, tomó su espada y, sacándola de la vaina, le remató y le cortó la cabeza. Cuando los filisteos vieron muerto a su héroe, se dieron a la fuga. (I Samuel 17, 51)

  • Entonces los hombres de Israel y de Judá, lanzando gritos de guerra, persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Ecrón. Y muchos filisteos cayeron muertos en el camino desde Saráyim hasta Gat y Ecrón. (I Samuel 17, 52)

  • David tomó la cabeza del filisteo y la llevó a Jerusalén; las armas las puso en su propia tienda. (I Samuel 17, 54)

  • Cuando Saúl vio a David salir al encuentro del filisteo, preguntó a Abner, jefe del ejército: "¿De quién es hijo este joven, Abner?". Abner respondió: "Por tu vida, oh rey, que no lo sé". (I Samuel 17, 55)

  • Cuando David volvía de matar al filisteo, Abner lo tomó y lo llevó ante Saúl, con la cabeza del filisteo en la mano. (I Samuel 17, 57)

  • Saúl le preguntó: "¿De quién eres hijo, muchacho?". David le respondió: "Soy hijo de tu siervo Jesé, el de Belén". (I Samuel 17, 58)

  • Cuando David terminó de hablar con Saúl, Jonatán quedó prendado de David, y Jonatán comenzó a amarlo como a sí mismo. (I Samuel 18, 1)

  • Jonatán estableció un pacto con David, porque le amaba como a sí mismo. (I Samuel 18, 3)

  • Se quitó el manto que vestía y se lo dio a David, y su propia armadura, así como su espada, su arco y su cinturón. (I Samuel 18, 4)

  • En todas las salidas a las que le enviaba Saúl, David tenía éxito. Por eso Saúl le puso al frente de sus hombres de guerra. Todo el pueblo le quería, incluso los oficiales de Saúl. (I Samuel 18, 5)

  • Al volver David de la guerra después de dar muerte al filisteo, las mujeres salían de todas las ciudades de Israel, cantando y danzando ante el rey Saúl al son de tambores y arpas y con gritos de alegría; (I Samuel 18, 6)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina