Trouvé 172 Résultats pour: campamento

  • Después levantó el campamento para dirigirse al país de los filisteos, pasando por Maresá. (I Macabeos 5, 66)

  • Entonces Judas se alejó de la ciudadela y acampó en Bet Zacaría, frente al campamento del rey. (I Macabeos 6, 32)

  • Judas tenía su campamento en Elasa con tres mil hombres selectos. (I Macabeos 9, 5)

  • Los que habían huido, al ver esto, se volvieron a él, y con él persiguieron al enemigo hasta su campamento de Quedes, donde acamparon. (I Macabeos 11, 73)

  • A la caída del sol, Jonatán ordenó a los suyos que durante toda la noche velaran con las armas en la mano, dispuestos a luchar, y apostó centinelas alrededor del campamento. (I Macabeos 12, 27)

  • Pero los enemigos, al saber que Jonatán velaba con los suyos dispuestos a dar batalla, tuvieron miedo y se desanimaron; por eso encendieron fuego en su campamento y huyeron. (I Macabeos 12, 28)

  • Levantó el campamento y llegó a Damasco después de recorrer toda la provincia. (I Macabeos 12, 32)

  • Trifón preparó toda su caballería para llegar; pero aquella noche cayó mucha nieve, por lo cual, no pudiendo avanzar, levantó el campamento y se dirigió a Galaad. (I Macabeos 13, 22)

  • Judas dijo en su invocación: "Tú, oh Señor, que enviaste tu ángel en los días de Ezequías, rey de Judá, y mató a ciento ochenta y cinco mil del campamento de Senaquerib, (II Macabeos 15, 22)

  • Se vio la nube dar sombra al campamento, y surgir la tierra seca allí donde antes era agua; en el mar Rojo se abrió un camino sin tropiezos, y una llanura verdeante surgió de entre el oleaje impetuoso. (Sabiduría 19, 7)

  • Hirió el campamento de los asirios, y su ángel los exterminó. (Eclesiástico 48, 21)

  • Aquella misma noche el ángel del Señor salió e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres. Por la mañana, al despertar, no se veía más que cadáveres. (Isaías 37, 36)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina