Trouvé 23 Résultats pour: amenaza

  • ¿Por qué van a poder decir los egipcios: Con muy mala intención los hizo salir, para hacerlos perecer en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra? Aplaca tu ira y arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. (Exodo 32, 12)

  • Balaán pronunció esta profecía: "Balac me hace venir de Asiria, el rey de Moab, de los montes del este: Ven, maldíceme a Jacob, ven, amenaza a Israel. (Números 23, 7)

  • ¿Cómo podría yo maldecir, cuando Dios no maldice? ¿Cómo podría yo amenazar, cuando Dios no amenaza? (Números 23, 8)

  • Apareció el fondo de los mares, los cimientos de la tierra quedaron al desnudo al fragor, oh Señor, de tu amenaza, al resollar del viento en tus narices. (II Samuel 22, 16)

  • El rey, al oír la amenaza que el hombre de Dios había gritado contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar, y dijo: "¡Prendedlo!". Pero la mano que había extendido contra él se le quedó tiesa sin poderla mover. (I Reyes 13, 4)

  • Escuchadme, y devolved los prisioneros que habéis hecho a vuestros hermanos, porque os amenaza la ardiente ira del Señor". (II Crónicas 28, 11)

  • y les dijeron: "No traigáis aquí a los prisioneros, pues nos haríamos culpables ante el Señor. Habláis de aumentar nuestros pecados y nuestras deudas, pero nuestra culpa es ya ciertamente enorme, y la ardiente ira del Señor amenaza a Israel". (II Crónicas 28, 13)

  • bajo la amenaza de confiscación de todos sus bienes y exclusión de la comunidad a todo aquel que no se presentara en el término de tres días, según la decisión de los jefes y los ancianos. (Esdras 10, 8)

  • Las columnas del cielo se estremecen espantadas bajo su amenaza. (Job 26, 11)

  • Apareció el fondo de los mares, los cimientos de la tierra quedaron al desnudo, al fragor, Señor, de tu amenaza, al resollar del viento en tus narices. (Salmos 18, 16)

  • Amenaza a la bestia de los cañaverales, a la manada de toros dominadores de los pueblos; que vengan a rendirse con lingotes de plata; dispersa a las naciones que se complacen en la guerra. (Salmos 68, 31)

  • Ante tu amenaza, oh Dios de Jacob, carros y caballos quedaron inmóviles. (Salmos 76, 7)


“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina