Trouvé 147 Résultats pour: Profecía de Samuel

  • Samuel le respondió: "¡Has obrado neciamente! Si hubieras observado el mandamiento que el Señor, tu Dios, te había dado, entonces el Señor habría consolidado por siempre tu realeza sobre Israel. (I Samuel 13, 13)

  • Samuel se levantó y se fue de Guilgal para seguir su camino. El resto del pueblo le siguió al encuentro del enemigo, y llegaron desde Guilgal a Guibeá de Benjamín. Saúl pasó revista al ejército que le seguía; eran como unos seiscientos hombres. (I Samuel 13, 15)

  • Samuel dijo a Saúl: "El Señor me ha enviado para ungirte rey sobre mi pueblo, Israel. Escucha las palabras del Señor. (I Samuel 15, 1)

  • El Señor dijo a Samuel: (I Samuel 15, 10)

  • "Me arrepiento de haber hecho a Saúl rey de Israel, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis órdenes". Samuel se entristeció y estuvo toda la noche rogando al Señor. (I Samuel 15, 11)

  • Samuel llegó donde estaba Saúl, el cual le dijo: "¡El Señor te bendiga! ¡He cumplido la orden del Señor!". (I Samuel 15, 13)

  • Samuel preguntó: "¿Qué es ese balar de ovejas que llega a mis oídos y el mugir de vacas que oigo?". (I Samuel 15, 14)

  • Samuel dijo a Saúl: "Cállate y déjame exponerte lo que el Señor me ha revelado esta noche". Él le dijo: "Dime". (I Samuel 15, 16)

  • Samuel prosiguió: "¿No es cierto que siendo tú bien poca cosa has llegado a ser jefe de todas las tribus de Israel? El Señor te ungió por rey de Israel. (I Samuel 15, 17)

  • Samuel respondió: "¿Se complace tanto el Señor en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a sus palabras? La obediencia vale más que el sacrificio, y la docilidad más que las grasas de los carneros. (I Samuel 15, 22)

  • Saúl dijo a Samuel: "He pecado traspasando la orden del Señor y tus palabras, porque temí al pueblo y accedí a sus palabras. (I Samuel 15, 24)

  • Samuel le respondió: "No volveré a estar contigo, porque has rechazado la orden del Señor y el Señor te ha rechazado a ti para que no seas rey sobre Israel". (I Samuel 15, 26)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina