Trouvé 71 Résultats pour: Mataron

  • Mataron al filarca de Timoteo, hombre cruel que había hecho mucho mal a los judíos. (II Macabeos 8, 32)

  • Dieron el asalto valerosamente y se apoderaron de las plazas fuertes; rechazaron a los que venían en su auxilio, degollaron a cuantos cayeron en sus manos y mataron a más de veinte mil. (II Macabeos 10, 17)

  • Pero al amanecer del día quinto, veinte jóvenes de las tropas del Macabeo, encendidos de indignación por las blasfemias, se subieron valerosamente sobre la muralla y mataron a cuantos cayeron en sus manos. (II Macabeos 10, 35)

  • Mataron a Timoteo, que se había escondido en una cisterna; a Quereas, su hermano, y a Apolófanes. (II Macabeos 10, 37)

  • Llegado el momento, se lanzaron como leones sobre el enemigo; mataron a once mil soldados de infantería, a mil seiscientos de caballería, y pusieron en fuga a todos los demás. (II Macabeos 11, 11)

  • Pero, después de invocar el auxilio de Dios omnipotente, cuya fuerza aplasta los poderes enemigos, se apoderaron de la ciudad y mataron a veinticinco mil de los que había dentro de ella. (II Macabeos 12, 28)

  • Y un día, mientras estaba adorando en el templo de Misroc, su dios, sus hijos Adramélec y Saréser le mataron con la espada. Huyeron éstos después al país de Ararat, y Asaradón, hijo suyo, le sucedió en el trono. (Isaías 37, 38)

  • Ellos descubrieron su desnudez, tomaron a sus hijos y a sus hijas y los mataron a espada. Samaría vino a ser un ejemplo para las naciones por el escarmiento que se hizo en ella. (Ezequiel 23, 10)

  • Como la orden del rey era apremiante y el horno estaba muy encendido, las llamas alcanzaron y mataron a los hombres que llevaban a Sidrac, Misac y Abdénao, (Daniel 3, 22)

  • Yo seguía mirando, atraído por el ruido de las palabras monstruosas que aquel cuerno profería, hasta que mataron a la bestia, la descuartizaron y la arrojaron a las llamas ardientes. (Daniel 7, 11)

  • Pero los viñadores agarraron a los criados, y a uno le pegaron, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon. (Mateo 21, 35)

  • Lo agarraron, lo echaron fuera de la viña y lo mataron. (Mateo 21, 39)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina