Trouvé 1075 Résultats pour: Lia

  • Un río salía de Edén para regar el jardín, y de allí se dividía en cuatro brazos. (Génesis 2, 10)

  • El Señor dijo a Noé: "Entra en el arca tú con toda tu familia, porque tú eres el único hombre justo que he encontrado en esta generación. (Génesis 7, 1)

  • Yo pongo mi arco iris en las nubes, y él será la señal de la alianza entre mí y la tierra. (Génesis 9, 13)

  • me acordaré de mi alianza con vosotros y con todos los vivientes de la tierra, y las aguas no volverán a ser un diluvio que arrase la tierra. (Génesis 9, 15)

  • A partir de éstos se hizo la repartición de las naciones en las islas: cada uno con su tierra según su lengua y su nación, según su familia. (Génesis 10, 5)

  • Éstos fueron los hijos de Sem según sus familias, lenguas, países y naciones. (Génesis 10, 31)

  • Tales fueron las familias de los hijos de Noé según sus generaciones y naciones. A partir de ellos se hizo la repartición de las naciones sobre la tierra después del diluvio. (Génesis 10, 32)

  • En el año catorce, Codorlaomer y sus reyes aliados vinieron y derrotaron a los refaítas en Astarot Carnáyim, a los zuzíes en Ham, a los emíes en el valle de Quiriatáyim (Génesis 14, 5)

  • Uno de los fugitivos vino a informar a Abrán, el hebreo, que habitaba en el encinar de Mambré, el amorreo, hermano de Escol y Aner, aliados de Abrán. (Génesis 14, 13)

  • El Señor, Dios del cielo y de la tierra, que me sacó de la casa de mi padre y de la tierra de mi familia, que me habló y me juró diciéndome: Yo daré esta tierra a tu descendencia, él enviará su ángel delante de ti, para que tomes de allí mujer para mi hijo. (Génesis 24, 7)

  • No había acabado de hablar, cuando Rebeca, hija de Betuel, hijo de Milcá y mujer de Najor, hermano de Abrahán, salía con su cántaro al hombro. (Génesis 24, 15)

  • sino que irás a la casa de mi padre, a mi familia, y de allí tomarás mujer para mi hijo. (Génesis 24, 38)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina