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  • ese hombre es un leproso e impuro. El sacerdote lo declarará impuro, pues lleva la llaga de la lepra en su cabeza. (Levítico 13, 44)

  • Asperjará entonces siete veces al hombre que quiere ser purificado de la lepra y, una vez que lo haya declarado puro, dejará suelta en el campo el ave viva. (Levítico 14, 7)

  • Si el que padece derrames escupe sobre un hombre puro, éste lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 8)

  • Cuando un hombre haya tenido un derrame de semen, lavará con agua todo su cuerpo y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 16)

  • Cuando un hombre y una mujer se acuesten juntos y tengan relaciones sexuales, los dos se lavarán con agua y serán impuros hasta la tarde". (Levítico 15, 18)

  • Si un hombre se acuesta con ella, contrae la impureza de su menstruación y será impuro durante siete días; todo lecho sobre el que duerma será impuro. (Levítico 15, 24)

  • pondrá las dos manos sobre su cabeza, confesará sobre él todas las faltas de los israelitas, todas sus transgresiones, todos sus pecados y, una vez cargados sobre la cabeza del macho, lo mandará al desierto por medio de un hombre designado para ello; (Levítico 16, 21)

  • No te acostarás con un hombre como se hace con una mujer; es una acción infame. (Levítico 18, 22)

  • Ponte en pie ante el hombre de canas, honra al anciano y teme a Dios: yo, el Señor. (Levítico 19, 32)

  • Yo me volveré contra ese hombre y lo extirparé de en medio de su pueblo, por haber entregado un hijo suyo a Moloc manchando mi santuario y profanando mi santo nombre. (Levítico 20, 3)

  • Si el pueblo se desentiende de ese hombre y no le mata, (Levítico 20, 4)

  • En cuanto al hombre que comete adulterio con una mujer casada: el hombre que comete adulterio con la mujer de su prójimo, será castigado con la muerte, él y la mujer. (Levítico 20, 10)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina