Trouvé 34 Résultats pour: Escudos

  • Quedó con esto cada uno armado, no con escudos y lanzas, sino con palabras alentadoras. Confirmó todo esto narrándoles un sueño digno de fe, que a todos les llenó de alegría. (II Macabeos 15, 11)

  • Como torre de David tu cuello, edificada como fortaleza; mil escudos de ella penden, todos los paveses de los héroes. (Cantar 4, 4)

  • Por eso, esto dice el Señor sobre el rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, no disparará una flecha contra ella, no le opondrá escudos, ni la cercará de baluartes. (Isaías 37, 33)

  • ¡Preparad escudos y paveses, avanzad hacia el combate; (Jeremías 46, 3)

  • Vendrán contra ti por el norte, con carros y carretas al frente de una multitud de pueblos. Armados de paveses, escudos y yelmos, vendrán contra ti por todas partes. Les he dado el encargo de juzgarte, y te juzgarán conforme a sus leyes. (Ezequiel 23, 24)

  • Los hijos de Arvad con su armada guarnecían por todas partes tus murallas y hacían guardia ante tus torres; alrededor de tus murallas colgaban sus escudos y te daban más esplendor. (Ezequiel 27, 11)

  • No yacen con los héroes caídos de antiguo, que bajaron al abismo con sus armas de guerra, cuyas espadas les fueron puestas bajo la cabeza y los escudos debajo de sus huesos, porque el terror de los héroes campeaba en la tierra de los vivos. (Ezequiel 32, 27)

  • yo te haré volver, te pondré garfios en las quijadas; te haré salir con todo tu ejército, caballos y caballeros, todos bien equipados; huestes inmensas con adargas y escudos, todos diestros en el manejo de la espada. (Ezequiel 38, 4)

  • Persia, Etiopía y Put los acompañan, todos con escudos y yelmos; (Ezequiel 38, 5)

  • Entonces los habitantes de las ciudades de Israel saldrán fuera y prenderán fuego y quemarán las armas, escudos y paveses, arcos y flechas, mazas y lanzas; harán fuego con ello durante siete años. (Ezequiel 39, 9)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina