Trouvé 11 Résultats pour: Alabo

  • Luego sacudí mi manto y dije: "Así sacuda Dios la casa y la hacienda de aquel que no mantenga esta promesa; así sea sacudido y se quede sin nada". Toda la asamblea respondió: "¡Así sea!"; y alabó al Señor. Y el pueblo cumplió lo que había prometido. (Nehemías 5, 13)

  • Antes de morir conoció la ruina de Nínive. Vio a los cautivos llevados a Media por el rey Ciaxares. Alabó a Dios por todo lo que había hecho con los ninivitas y asirios. Pudo también alegrarse de la suerte de Nínive y bendijo a Dios por los siglos de los siglos. (Tobías 14, 15)

  • En Dios, cuya palabra alabo, en Dios confío y ya no tengo miedo; ¿qué podrá hacerme un hombre? (Salmos 56, 5)

  • En Dios, cuya palabra alabo -en el Señor, cuya palabra ensalzo-, (Salmos 56, 11)

  • Yo te alabo siete veces cada día porque tus justas leyes son definitivas. (Salmos 119, 164)

  • Así pues, alabo la alegría, porque para el hombre no hay bajo el sol otra felicidad que comer y beber y gozar. Y esto le acompaña en su trabajo en los días de su vida que le da Dios bajo el sol. (Eclesiastés 8, 15)

  • A ti, oh Dios de mis padres, te alabo y te doy gracias, porque me has dado sabiduría y fuerza, me has manifestado lo que habíamos pedido y nos has dado a conocer el secreto del rey". (Daniel 2, 23)

  • Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, ensalzo y glorifico al rey del cielo, porque todas sus obras son verdad, todos sus caminos son justicia y porque sabe humillar a los que proceden con orgullo". (Daniel 4, 34)

  • En aquel tiempo Jesús dijo: "Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y se las has manifestado a los sencillos. (Mateo 11, 25)

  • En aquel momento, lleno de gozo bajo la acción del Espíritu Santo, dijo: "Yo te alabo, Padre, señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los hombres sabios y a los entendidos, y se las has manifestado a los sencillos. Sí, Padre, porque así has querido. (Lucas 10, 21)

  • El amo alabó al administrador infiel, porque había actuado con sagacidad. Pues los hijos del mundo son más sagaces en sus relaciones que los hijos de la luz. (Lucas 16, 8)


A humildade e a caridade são as “cordas mestras”. Todas as outras virtudes dependem delas. Uma é a mais baixa; a outra é a mais alta. ( P.e Pio ) São Padre Pio de Pietrelcina