Trouvé 252 Résultats pour: vender a José

  • un dictamen que él impuso en José, cuando salió contra el país de Egipto. Una lengua desconocida se oye: (Salmos 81, 6)

  • delante de ellos envió a un hombre, José, vendido como esclavo. (Salmos 105, 17)

  • José, en el tiempo de su angustia, observó la Ley y vino a ser señor de Egipto. (I Macabeos 2, 53)

  • Dejó para defensa de Judea a José, hijo de Zacarías, y a Azarías, jefe del pueblo, con el resto del ejército, (I Macabeos 5, 18)

  • José, hijo de Zacarías, y Azarías, jefes del ejército, al oír las proezas y combates que aquéllos habían realizado, (I Macabeos 5, 56)

  • Y José y Azarías fueron derrotados y perseguidos hasta la frontera de Judea. Sucumbieron aquel día alrededor de 2.000 hombres del pueblo de Israel. (I Macabeos 5, 60)

  • dar mayor altura a las murallas de Jerusalén y levantar un alto muro entre la Ciudadela y la ciudad para separarlas y para que quedara la Ciudadela aislada y no pudieran comprar ni vender. (I Macabeos 12, 36)

  • Los de la Ciudadela de Jerusalén se veían imposibilitados de entrar y salir por la región, de comprar y de vender. Sufrían grave escasez y bastantes de ellos habían perecido de hambre. (I Macabeos 13, 49)

  • Menelao pensó aprovecharse de aquella buena oportunidad; arrebató algunos objetos de oro del Templo, y se los regaló a Andrónico; también logró vender otros en Tiro y en las ciudades de alrededor. (II Macabeos 4, 32)

  • envió al Misarca Apolonio con un ejército de 22.000 hombres, y la orden de degollar a todos los que estaban en el vigor de la edad, y de vender a las mujeres y a los más jóvenes. (II Macabeos 5, 24)

  • Puso a sus hermanos, Simón, José y Jonatán, al frente de cada cuerpo, dejando a las órdenes de cada uno 1.500 hombres. (II Macabeos 8, 22)

  • Macabeo dejó entonces a Simón y José, y además a Zaqueo y a los suyos, en número suficiente para asediarles, y él mismo partió hacia otros lugares de mayor urgencia. (II Macabeos 10, 19)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina