Trouvé 37 Résultats pour: persecución

  • Asahel marchó en persecución de Abner, sin desviarse en su carrera tras de Abner ni a la derecha ni a la izquierda. (II Samuel 2, 19)

  • Joab y Abisay partieron en persecución de Abner; cuando el sol se ponía llegaron a la colina de Ammá que está al oriente de Giaj, sobre el camino del desierto de Gabaón. (II Samuel 2, 24)

  • Joab se volvió de la persecución de Abner y reunió todo el ejército; de los veteranos de David faltaban diecinueve hombres, además de Asahel. (II Samuel 2, 30)

  • Ajitófel dijo a Absalón: «Voy a elegir 12.000 hombres y me lanzaré en persecución de David esta misma noche. (II Samuel 17, 1)

  • Entonces David dijo a Abisay: «Ahora Seba, hijo de Bikrí, nos va a hacer más mal que Absalón. Toma los veteranos de tu señor y parte en su persecución para que no alcance las ciudades fortificadas y se nos escape.» (II Samuel 20, 6)

  • Amasá no se fijó en la espada que Joab tenía en su mano; y éste le hirió en el vientre derramando sus entrañas en tierra. No tuvo que repetir para matarle. Luego Joab y su hermano Abisay continuaron la persecución de Seba, hijo de Bikrí. (II Samuel 20, 10)

  • Viendo esto Ocozías, rey de Judá, huyó por el camino de Bet Haggan; Jehú partió en su persecución diciendo: «¡ También a él! ¡Matadle!» Y le hirieron en su carro en la cuesta de Gur, la de Yibleam; se refugió en Meguiddó y murió allí. (II Reyes 9, 27)

  • Se conjuraron contra él en Jerusalén y huyó a Lakís, pero enviaron gente en su persecución hasta Lakís y allí lo mataron. (II Reyes 14, 19)

  • Después que Amasías se apartó de Yahveh, se conjuraron contra él en Jerusalén, por lo que huyó a Lakís; pero enviaron gente en su persecución hasta Lakís y allí lo mataron. (II Crónicas 25, 27)

  • Entonces, vosotros y todos los habitantes del territorio de Israel, saldréis en su persecución y los abatiréis en la retirada. (Judit 14, 4)

  • Judas, al volver con su ejército de la persecución, (I Macabeos 4, 16)

  • con lo que Jonatán y los suyos pudieron lanzarse al Jordán y ganar a nado la orilla opuesta. Sus enemigos no atravesaron el río en su persecución. (I Macabeos 9, 48)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina