Trouvé 136 Résultats pour: pacto eterno

  • Y os pondré encima oprobio eterno y baldón eterno que no será olvidado.» (Jeremías 23, 40)

  • De lejos Yahveh se me apareció. Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti. (Jeremías 31, 3)

  • voz de gozo y de alegría, la voz del novio y la voz de la novia, la voz de cuantos traigan sacrificios de alabanza a la Casa de Yahveh diciendo: «Alabad a Yahveh Sebaot, porque es bueno Yahveh, porque es eterno su amor», pues haré tomar a los cautivos del país, y volverán a ser como antes - dice Yahveh -. (Jeremías 33, 11)

  • De Sión preguntaron por el camino, allá se dirigen: «Venid y aliémonos a Yahveh con pacto eterno, inolvidable.» (Jeremías 50, 5)

  • En teniendo ellos calor les serviré su bebida y les embriagaré de modo que se alegren, y dormirán un sueño eterno y no se despertarán - oráculo de Yahveh -. (Jeremías 51, 39)

  • Yo embriagaré a sus jefes y a sus sabios, a sus gobernadores y a sus magistrados y a sus valientes, y dormirán un sueño eterno y no se despertarán - oráculo del Rey cuyo nombre es Yahveh Sebaot -. (Jeremías 51, 57)

  • Olvidasteis al Dios eterno, el que os sustenta, y afligisteis a Jerusalén, la que os crió. (Baruc 4, 8)

  • he visto el cautiverio de mis hijos y mis hijas que el Eterno hizo venir sobre ellos. (Baruc 4, 10)

  • ¡Que vengan las vecinas de Sión! Acordaos del cautiverio de mis hijos y mis hijas, que el Eterno hizo venir sobre ellos. (Baruc 4, 14)

  • Me ha quitado el vestido de paz, me he puesto el sayal de mis súplicas, clamaré al Eterno mientras viva. (Baruc 4, 20)

  • Yo espero del Eterno vuestra salvación, del Santo me ha venido la alegría, por la misericordia que llegará pronto a vosotros de parte del Eterno, vuestro Salvador. (Baruc 4, 22)

  • Y como las vecinas de Sión ven ahora vuestro cautiverio, así verán pronto vuestra salvación de parte de Dios, que os llegará con gran gloria y resplandor del Eterno. (Baruc 4, 24)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina