Trouvé 733 Résultats pour: ojos

  • - Ea, oíd esto, pueblo necio y sin seso - tienen ojos y no ven, orejas y no oyen -: (Jeremías 5, 21)

  • ¿En cueva de bandoleros se ha convertido a vuestros ojos esta Casa que se llama por mi Nombre? ¡Que bien visto lo tengo! - oráculo de Yahveh -. (Jeremías 7, 11)

  • ¡Quién convirtiera mi cabeza en llanto, mis ojos en manantial de lágrimas para llorar día y noche a los muertos de la hija de mi pueblo! (Jeremías 8, 23)

  • ¡Pronto! que entonen por nosotros una lamentación. Dejen caer lágrimas nuestros ojos, y nuestros párpados den curso al llanto. (Jeremías 9, 17)

  • Pero si no le oyereis, en silencio llorará mi alma por ese orgullo, y dejarán caer mi ojos lágrimas, y verterán copiosas lágrimas, porque va cautiva la grey de Yahveh. (Jeremías 13, 17)

  • Alza tus ojos, Jerusalén, y mira a los que vienen del norte. ¿Dónde está la grey que se te dio, tus preciosas ovejas? (Jeremías 13, 20)

  • Los onagros se paraban sobre los calveros, aspiraban el aire como chacales, tenían los ojos consumidos por falta de hierba. (Jeremías 14, 6)

  • Les dirás esta palabra: Dejen caer mis ojos lágrimas de noche y de día sin parar, porque de quebranto grande es quebrantada la doncella, hija de mi pueblo, de golpe gravísimo, (Jeremías 14, 17)

  • Que así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: He aquí que voy a hacer desaparecer de este lugar, a vuestros propios ojos y en vuestros días, toda voz de gozo y alegría, la voz del novio y la voz de la novia. (Jeremías 16, 9)

  • Porque mis ojos están puestos sobre todos sus caminos: no se me ocultan, ni se zafa su culpa de delante de mis ojos. (Jeremías 16, 17)

  • Porque así dice Yahveh: «He aquí que yo te convierto en terror para ti mismo y para todos tus allegados, los cuales caerán por la espada de sus enemigos, y tus ojos lo estarán viendo. Y asimismo a todo Judá entregaré en manos del rey de Babilonia, que los deportará a Babilonia y los acuchillará. (Jeremías 20, 4)

  • Pero tus ojos y tu corazón no están más que a tu granjería, - ¡Y a la sangre inocente! - Para verterla. - ¡Y al atropello y al entuerto! - Para hacer tú lo propio. (Jeremías 22, 17)


“Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina