Trouvé 892 Résultats pour: niño Jesús

  • Con cuerdas humanas los atraía, con lazos de amor, y era para ellos como los que alzan a un niño contra su mejilla, me inclinaba hacia él y le daba de comer. (Oseas 11, 4)

  • Y echaron suertes sobre mi pueblo, cambiaron el niño por la prostituta, y a la niña la vendieron por vino para beber.» (Joel 4, 3)

  • y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. (Mateo 1, 16)

  • Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» (Mateo 1, 21)

  • Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo, y le puso por nombre Jesús. (Mateo 1, 25)

  • Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, (Mateo 2, 1)

  • Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle.» (Mateo 2, 8)

  • Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. (Mateo 2, 9)

  • Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. (Mateo 2, 11)

  • Después que ellos se retiraron, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.» (Mateo 2, 13)

  • El se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; (Mateo 2, 14)

  • «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.» (Mateo 2, 20)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina