Trouvé 176 Résultats pour: hubo

  • y repatrió numerosos cautivos. Tomó Gázara, Bet Sur y la Ciudadela, la limpió de sus impurezas y no hubo quien le resistiera. (I Macabeos 14, 7)

  • Una vez que los sacerdotes del templo de Nanea las hubieron expuesto y que él se hubo presentado con unas pocas personas en el recinto sagrado, cerraron el templo en cuanto entró Antíoco. (II Macabeos 1, 15)

  • Sucedió por este tiempo que Antíoco hubo de retirarse desordenadamente de las regiones de Persia. (II Macabeos 9, 1)

  • En efecto, habiendo entrado en la ciudad llamada Persépolis, pretendió saquear el santuario y oprimir la ciudad; ante ello, la muchedumbre sublevándose acudió a las armas y le puso en fuga; y sucedió que Antíoco, ahuyentado por los naturales del país, hubo de emprender una vergonzosa retirada. (II Macabeos 9, 2)

  • No los hubo al principio ni siempre existirán; (Sabiduría 14, 13)

  • Hubo soberanos en sus reinos, hombres renombrados por su poderío, consejeros por su inteligencia, vaticinadores de oráculos en sus profecías, (Eclesiástico 44, 3)

  • Hubo entre ellos quienes dejaron nombre, para que se hablara de ellos con elogio. (Eclesiástico 44, 8)

  • Galanuras no hubo tales antes de él, y jamás se las vistió extranjero, sino sólo sus hijos, sus vástagos por siempre. (Eclesiástico 45, 13)

  • Hubo también alianza con David, hijo de Jesé, de la tribu de Judá, herencia real de hijo a hijo sólo, mientras la herencia de Aarón pasa a todo su linaje. (Eclesiástico 45, 25)

  • Yahveh atraerá sobre ti y sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre, días cuales no los hubo desde aquel en que se apartó Efraím de Judá (el rey de Asur). (Isaías 7, 17)

  • Aquel día, cualquier lugar donde antes hubo mil cepas por valor de mil piezas de plata, será de la zarza y el abrojo. (Isaías 7, 23)

  • Como un nido ha alcanzado mi mano la riqueza de los pueblos, y como se recogen huevos abandonados, he recogido yo toda la tierra, y no hubo quien aleteara ni abriera el pico ni piara.» (Isaías 10, 14)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina