Trouvé 330 Résultats pour: espina en la carne

  • Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne. (Efesios 5, 31)

  • Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas. (Efesios 6, 12)

  • Pero si el vivir en la carne significa para mí trabajo fecundo, no sé qué escoger... (Filipenses 1, 22)

  • mas, por otra parte, quedarme en la carne es más necesario para vosotros. (Filipenses 1, 24)

  • Pues los verdaderos circuncisos somos nosotros, los que damos culto según el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús sin poner nuestra confianza en la carne, (Filipenses 3, 3)

  • aunque yo tengo motivos para confiar también en la carne. Si algún otro cree poder confiar en la carne, más yo. (Filipenses 3, 4)

  • os ha reconciliado ahora, por medio de la muerte en su cuerpo de carne, para presentaros santos, inmaculados e irreprensibles delante de El; (Colosenses 1, 22)

  • Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia, (Colosenses 1, 24)

  • Y a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y en vuestra carne incircuncisa, os vivificó juntamente con él y nos perdonó todos nuestros delitos. (Colosenses 2, 13)

  • Tales cosas tienen una apariencia de sabiduría por su piedad afectada, sus mortificaciones y su rigor con el cuerpo; pero sin valor alguno contra la insolencia de la carne. (Colosenses 2, 23)

  • Y sin duda alguna, grande es el Misterio de la piedad: El ha sido manifestado en la carne, justificado en el Espíritu, visto de los Angeles, proclamado a los gentiles, creído en el mundo, levantado a la gloria. (I Timoteo 3, 16)

  • Por tanto, así como los hijos participan de la sangre y de la carne, así también participó él de las mismas, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al Diablo, (Hebreos 2, 14)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina