Trouvé 1196 Résultats pour: entonces

  • Entonces Abimélek fue a donde él desde Guerar, con Ajuzat, uno de sus familiares, y Pikol, capitán de su tropa. (Génesis 26, 26)

  • y entonces Rebeca dijo a su hijo Jacob: «Acabo de oír a tu padre que hablaba con tu hermano Esaú diciendo: (Génesis 27, 6)

  • ¡A ver si me palpa mi padre, y le parece que estoy mofándome de él! ¡Entonces me habré buscado una maldición en vez de una bendición!» (Génesis 27, 12)

  • Dijo entonces: «acércamelo, que coma de la caza, hijo, para que te bendiga mi alma.» Acercóle, y comió; le trajo también vino, y bebió. (Génesis 27, 25)

  • A Isaac le entró un temblor fuerte, y le dijo: «Pues entonces, ¿quién es uno que ha cazado una pieza y me le ha traído? Porque de hecho yo he comido antes que tú vinieses, y le he bendecido, y bendito está.» (Génesis 27, 33)

  • Esaú se enemistó con Jacob a causa de la bendición con que le había bendecido su padre; y se dijo Esaú: «Se acercan ya los días del luto por mi padre. Entonces mataré a mi hermano Jacob.» (Génesis 27, 41)

  • hasta que se calme la ira de tu hermano contra ti, y olvide lo que has hecho. Entonces enviaré yo a que te traigan de allí. ¿Por qué he de perderos a los dos en un mismo día?» (Génesis 27, 45)

  • y vuelvo sano y salvo a casa de mi padre, entonces Yahveh será mi Dios; (Génesis 28, 21)

  • Contestaron: «No podemos hasta que se reúnan todos los rebaños y se revuelva la piedra de sobre la boca del pozo. Entonces abrevaremos las ovejas.» (Génesis 29, 8)

  • En cuanto oyó Labán hablar de Jacob, el hijo de su hermana, corrió a su encuentro, le abrazó, le bezó y le llevó a su casa. Entonces él contó a Labán toda esta historia, (Génesis 29, 13)

  • Entonces se acordó Dios de Raquel. Dios la oyó y abrió su seno, (Génesis 30, 22)

  • Entonces Jacob se procuró unas vares verdes de álamo, de almendro y de plátano, y labró en ellas unas muescas blancas, dejando al descubierto lo blanco de las varas, (Génesis 30, 37)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina