Trouvé 191 Résultats pour: aceite de la unción

  • Levantóse Jacob de madrugada, y tomando la piedra que se había puesto por cabezal, la erigió como estela y derramó aceite sobre ella. (Génesis 28, 18)

  • Jacob erigió una estela en el lugar donde había hablado Dios con él: una estela de piedra; derramó sobre ella una libación, y vertió sobre ella aceite. (Génesis 35, 14)

  • aceite para el alumbrado, aromas para el óleo de la unción y para el incienso aromático; (Exodo 25, 6)

  • Mandarás a los israelitas que te traigan aceite puro de oliva molida para el alumbrado, para alimentar continuamente la llama. (Exodo 27, 20)

  • panes ázimos y tortas sin levadura: unas, amasadas con aceite, y otras, untadas en aceite. Las harás con flor de harina de trigo. (Exodo 29, 2)

  • Entonces tomarás el óleo de la unción, lo derramarás sobre su cabeza y así le ungirás. (Exodo 29, 7)

  • Tomarás luego sangre de la que está sobre el altar, y óleo de la unción, para rociar a Aarón y sus vestiduras, a sus hijos y las vestiduras de sus hijos juntamente con él. Así quedará consagrado él y sus vestiduras y con él sus hijos y las vestiduras de sus hijos. (Exodo 29, 21)

  • Toma del canastillo de los ázimos que está delante de Yahveh un pan redondo, una torta de pan de aceite y otra, untada de aceite. (Exodo 29, 23)

  • y con el primer cordero, una décima de medida de flor de harina, amasada con un cuarto de sextario de aceite de oliva molida, y como libación un cuarto de sextario de vino. (Exodo 29, 40)

  • de casia, quinientos, en siclos del Santuario, y un sextario de aceite de oliva. (Exodo 30, 24)

  • Prepararás con ello el óleo para la unción sagrada, perfume aromático como lo prepara el perfumista. Este será el óleo para la unción sagrada. (Exodo 30, 25)

  • Hablarás a los israelitas, diciendo: Este será para vosotros el óleo de la unción sagrada de generación en generación. (Exodo 30, 31)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina