Trouvé 345 Résultats pour: Servicio en el templo

  • Dijo Yahveh a Aarón: «Yo te doy el servicio de lo que se reserva para mí. Todo lo consagrado por los israelitas te lo doy a tí y a tus hijos, como porción tuya, por decreto perpetuo. (Números 18, 8)

  • A los hijos de Leví, les doy en herencia todos los diezmos de Israel, a cambio de su servicio: del servicio que prestan en la Tienda del Encuentro. (Números 18, 21)

  • Será Leví el que preste servicio en la Tiendal del Encuentro: ellos cargarán con sus faltas. Es decreto perpetuo para vuestros descendientes: no tendrán heredad entre los israelitas, (Números 18, 23)

  • lo podréis comer, en cualquier lugar, vosotros y vuestras familias: es vuestro salario por vuestro servicio en la Tienda del Encuentro. (Números 18, 31)

  • Si alguno procede insolentemente, no escuchando ni al sacerdote que se encuentra allí al servicio de Yahveh tu Dios, ni al juez, ese hombre morirá. Harás desaparecer el mal de Israel. (Deuteronomio 17, 12)

  • Se adelantarán entonces los sacerdotes hijos de Leví; porque a ellos ha eligido Yahveh tu Dios para estar a su servicio y para dar la bendición en el nombre de Yahveh, y a su decisión corresponde resolver toto litigio y toda causa de lesiones. (Deuteronomio 21, 5)

  • Lejos de nosotros rebelarnos contra Yahveh y desertar hoy de su servicio, levantando, para ofrecer en él holocaustos, oblaciones o sacrificios, un altar aparte del altar de Yahveh nuestro Dios erigido delante de su morada.» (Josué 22, 29)

  • Le dieron setenta siclos de plata del templo de Baal Berit, con los que Abimélek contrató a hombres miserables, y vagabundos, que se fueron con él. (Jueces 9, 4)

  • Salieron éstos al campo a vendimiar sus viñas, pisaron las uvas, hicieron fiesta y entraron en el templo de su dios. Comieron y bebieron y maldijeron a Abimélek. (Jueces 9, 27)

  • Al saberlo los vecinos de Migdal Siquem se metieron en la cripta del templo de El Berit. (Jueces 9, 46)

  • y Pinjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba entonces a su servicio. Dijeron: «¿He de salir otra vez a combatir a los hijos de mi hermano Benjamín o debo dejarlo?» Yahveh respondió: «Subid, porque mañana lo entregaré en vuestras manos.» (Jueces 20, 28)

  • Así sucedía año tras año; cuando subían al templo de Yahveh la mortificaba. Ana lloraba de continuo y no quería comer. (I Samuel 1, 7)


“Lembre-se de que os santos foram sempre criticados pelas pessoas deste mundo, e puseram sob seus pés o mundo e as suas máximas .” São Padre Pio de Pietrelcina