Trouvé 345 Résultats pour: Servicio en el templo
Se avergüenzan de toda su conducta, enséñales la forma del Templo y su plano, sus salidas y entradas, su forma y todas sus disposiciones, toda su forma y todas sus leyes. Pon todo esto por escrito ante sus ojos, para que guarden con exactitud todas sus leyes y disposiciones, y las pongan en práctica. (Ezequiel 43, 11)
Este es el fuero del Templo: En la cumbre del monte, todo el territorio en su ámbito es santísimo. (Tal es el fuero del Templo.)» (Ezequiel 43, 12)
Serán en mi Santuario los encargados de la guardia de las puertas de la Casa y ministros del servicio de la Casa. Ellos inmolarán el holocausto y el sacrificio por el pueblo, y estarán a su disposición para servirle. (Ezequiel 44, 11)
Por haberse puesto a su servicio delante de sus basuras y haber sido para la casa de Israel ocasión de culpa, por eso, yo levanto la mano contra ellos - oráculo del Señor Yahveh - y soportarán el peso de su culpa. (Ezequiel 44, 12)
Les encargaré de ejercer el ministerio en la Casa, en lo que atañe a su servicio y a todo lo que allí se hace. (Ezequiel 44, 14)
El rey les asignó una ración diaria de los manjares del rey y del vino de su mesa. Deberían ser educados durante tres años, después de lo cual entrarían al servicio del rey. (Daniel 1, 5)
El rey conversó con ellos, y entre todos no se encontró ningún otro como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Quedaron, pues, al servicio del rey. (Daniel 1, 19)
Bendito seas en el templo de tu santa gloria, cantado, enaltecido eternamente. (Daniel 3, 53)
Bajo el efecto del vino, Baltasar mandó traer los vasos de oro y plata que su padre Nabucodonosor se había llevado del Templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey, sus dignatorios, sus mujeres y sus concubinas. (Daniel 5, 2)
El concertará con muchos una firme alianza una semana; y en media semana hará cesar el sacrificio y la oblación, y en el ala del Templo estará la abominación de la desolación, hasta que la ruina decretada se derrame sobre el desolador.» (Daniel 9, 27)
El rey se dirigió, pues, con Daniel al templo de Bel, (Daniel 14, 10)
Daniel mandó a sus criados que trajeran ceniza y la esparcieran por todo el suelo del templo, sin más testigo que el rey. Luego salieron, cerraron la puerta, la sellaron con el anillo real, y se fueron. (Daniel 14, 14)