Trouvé 9 Résultats pour: Rajab
Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sittim dos espías con esta orden: «Id y explorad el país y Jericó.» Fueron y entraron en casa de una prostituta, llamada Rajab, y durmieron allí. (Josué 2, 1)
Entonces el rey de Jericó mandó decir a Rajab: «Haz salir a los hombres que han entrado donde ti - que han entrado a tu casa - porque han venido para explorar todo el país.» (Josué 2, 3)
Todavía ellos no se habían acostado cuando Rajab subió al terrado, donde ellos (Josué 2, 8)
«La ciudad será consagrada como anatema a Yahveh con todo lo que haya en ella; únicamente, Rajab, la prostituta, quedará con vida, así como todos los que están con ella en su casa, por haber ocultado a los emisarios que enviamos. (Josué 6, 17)
Los jóvenes espías fueron e hicieron salir a Rajab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y a todos los suyos. También hicieron salir a todos los de su familia y los pusieron a salvo, fuera del campamento de Israel. (Josué 6, 23)
Pero a Rajab, la prostituta, así como a la casa de su padre y a todos los suyos, Josúe los conservó con vida. Ella se quedó en Israel hasta el día de hoy, por haber escondido a los emisarios que Josué había enviado a explorar Jericó. (Josué 6, 25)
Salmón engendró, de Rajab, a Booz, Booz engendró, de Rut, a Obed, Obed engendró a Jesé, (Mateo 1, 5)
Por la fe, la ramera Rajab no pereció con los incrédulos, por haber acogido amistosamente a los exploradores. (Hebreos 11, 31)
Del mismo modo Rajab, la prostituta, ¿no quedó justificada por las obras dando hospedaje a los mensajeros y haciéndoles marchar por otro camino? (Santiago 2, 25)