Trouvé 190 Résultats pour: Consagración del Templo

  • Macabeo y los suyos, guiados por el Señor, recuperaron el Templo y la ciudad, (II Macabeos 10, 1)

  • Después de haber purificado el Templo, hicieron otro altar; tomando fuego de pedernal del que habían sacado chispas, tras dos años de intervalo ofrecieron sacrificios, el incienso y las lámparas, y colocaron los panes de la Presencia. (II Macabeos 10, 3)

  • Aconteció que el mismo día en que el Templo había sido profanado por los extranjeros, es decir, el veinticinco del mismo mes que es Kisléu, tuvo lugar la purificación del Templo. (II Macabeos 10, 5)

  • convertir el Templo en fuente de recursos, como los demás recintos sagrados de los gentiles, y poner cada año en venta la dignidad del sumo sacerdocio. (II Macabeos 11, 3)

  • deseosos, por tanto, de que esta nación esté tranquila, decidimios que se les restituya el Templo y que puedan vivir según las costumbres de sus antepasados. (II Macabeos 11, 25)

  • Al saberlo Judas mandó a la tropa que invocara al Señor día y noche, para que también en esta ocasión, como en otras, viniera en ayuda de los que estaban a punto de ser privados de la Ley, de la patria y del Templo santo, (II Macabeos 13, 10)

  • Judas, dejando la decisión al Creador del mundo, animó a sus hombres a combatir heroicamente hasta la muerte por la causa de las leyes, el Templo, la ciudad, la patria y las instituciones; y acampó en las cercanías de Modín. (II Macabeos 13, 14)

  • fue al encuentro del rey Demetrio, hacia el año 151, y le ofreció una corona de oro, una palma, y además, los rituales ramos de olivo del Templo. Y por aquel día no hizo más. (II Macabeos 14, 4)

  • Este otro, al darse cuenta de que aquel hombre le había vencido con nobleza, se presentó en el más grande y santo Templo en el momento en que los sacerdotes ofrecían los sacrificios rituales y les exigió que le entregaran a aquel hombre. (II Macabeos 14, 31)

  • Entonces él extendiendo la diestra hacia el santuario, hizo este juramento: «Si no me entregáis encadenado a Judas, arrasaré este recinto sagrado de Dios, destruiré el altar, y aquí mismo levantaré un espléndido Templo a Dióniso.» (II Macabeos 14, 33)

  • Animados por estas bellísimas palabras de Judas, capaces de estimular al valor y de robustecer las almas jóvenes, decidieron no resguardarse en la defensa, sino lanzarse valerosamente a la ofensiva y que, en un cuerpo a cuerpo, la fortuna decidiera, porque peligraban la ciudad, la religión y el Templo. (II Macabeos 15, 17)

  • En verdad que el cuidado por sus mujeres e hijos, por sus hermanos y parientes quedaba en segundo término; el primero y principal era por el Templo consagrado. (II Macabeos 15, 18)


“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina