Trouvé 367 Résultats pour: Altar

  • Saca todo el sebo que cubre las entrañas, el que queda junto al hígado, y los dos riñones con el sebo que los envuelve, para quemarlo en el altar. (Exodo 29, 13)

  • Una vez inmolado el carnero, tomarás su sangre y la derramarás en torno al altar. (Exodo 29, 16)

  • y quemarás todo el carnero en el altar. Es holocausto para Yahveh, calmante aroma de manjares abrasados en honor de Yahveh. (Exodo 29, 18)

  • Una vez inmolado, tomarás su sangre y untarás con ella el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y el lóbulo de la oreja derecha de sus hijos; el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho, y derramarás la sangre alrededor del altar. (Exodo 29, 20)

  • Tomarás luego sangre de la que está sobre el altar, y óleo de la unción, para rociar a Aarón y sus vestiduras, a sus hijos y las vestiduras de sus hijos juntamente con él. Así quedará consagrado él y sus vestiduras y con él sus hijos y las vestiduras de sus hijos. (Exodo 29, 21)

  • Después lo tomarás de sus manos y lo quemarás en el altar junto al holocausto como calmante aroma ante Yahveh. Es un manjar abrasado en honor de Yahveh. (Exodo 29, 25)

  • Cada día ofrecerás un novillo en expiación como sacrificio por el pecado; y purificarás, mediante tu expiación, el altar, que ungirás para consagrarlo. (Exodo 29, 36)

  • Siete días harás la expiación por el altar, y lo santificarás; el altar será cosa sacratísima; todo cuanto toque al altar quedará consagrado. (Exodo 29, 37)

  • He aquí lo que has de ofrecer sobre el altar: dos corderos primales cada día, perpetuamente. (Exodo 29, 38)

  • Consagraré la Tienda del Encuentro y el altar, y consagraré también a Aarón y a sus hijos para que ejerzan mi sacerdocio. (Exodo 29, 44)

  • Harás también un altar para quemar el incienso. De madera de acacia lo harás. (Exodo 30, 1)

  • Colocarás el altar delante del velo que está junto al arca del Testimonio y ante el propiciatorio que cubre el Testimonio, donde yo me encontraré contigo. (Exodo 30, 6)


“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina