Trouvé 70 Résultats pour: violencia

  • El hombre comerá del fruto de sus palabras, pero los traidores están ávidos de violencia. (Proverbios 13, 2)

  • porque su corazón sólo trama violencia y sus labios no hablan más que de fechorías. (Proverbios 24, 2)

  • Aunque por un tiempo crezcan sus ramas, al no estar bien arraigada, será sacudida por el viento y arrancada de raíz por la violencia del vendaval; (Sabiduría 4, 4)

  • No guardes rencor a tu prójimo por ninguna injuria ni hagas nada en un arrebato de violencia. (Eclesiástico 10, 6)

  • La violencia y la soberbia hacen perder las riquezas: así será arrasada la casa del orgulloso. (Eclesiástico 21, 4)

  • Hay vientos que fueron creados para el castigo, y en su furor, él los hace más impetuosos: en el momento de la destrucción, desencadenan su violencia y apaciguan el furor de aquel que los hizo. (Eclesiástico 39, 28)

  • Se le dio un sepulcro con los malhechores y una tumba con los impíos, aunque no había cometido violencia ni había engaño en su boca. (Isaías 53, 9)

  • Con sus telas no se hará un vestido y nadie se cubrirá con lo que hacen. Sus obras son obras de maldad y en sus manos no hay más que violencia; (Isaías 59, 6)

  • Ya no se oirá hablar de violencia en tu país ni de expoliación y desastre en tus fronteras; a tus murallas las llamarás "Salvación" y a tus puertas, "Alabanza". (Isaías 60, 18)

  • Como un pozo hace brotar sus aguas, así ella hace brotar su maldad. "¡Violencia, atropello!", se oye decir allí, tengo siempre delante las heridas y los golpes. (Jeremías 6, 7)

  • ¡Violencia y más violencia! ¡Engaño y más engaño! Ellos se niegan a conocerme -oráculo del Señor-. (Jeremías 9, 5)

  • Cada vez que hablo, es para gritar, para clamar: "¡Violencia, devastación!". Porque la palabra del Señor es para mí oprobio y afrenta todo el día. (Jeremías 20, 8)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina