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los jefes de los amonitas dijeron a Janún: "¿Crees que David te hace llegar sus condolencias para honrar a tu padre? ¿No será que sus servidores han venido como espías, para sembrar la agitación y explorar el país?". (I Crónicas 19, 3)
Los amonitas salieron y formaron en orden de batalla, pero los reyes que habían venido se mantuvieron aparte, en campo abierto. (I Crónicas 19, 9)
En el momento en que ellos comenzaron las aclamaciones y las alabanzas, el Señor sembró la discordia entre los amonitas, los moabitas y los de las montañas de Seír que habían venido a invadir a Judá, y se batieron entre sí. (II Crónicas 20, 22)
Aunque el ejército de Arám había venido con pocos hombres, el Señor entregó en sus manos a un ejército mucho más numeroso, por haberlo abandonado a él, el Dios de sus padres. De esta manera, los arameos hicieron justicia con Joás, (II Crónicas 24, 24)
Entonces Amasías licenció a la tropa que había venido de Efraím, para que se fueran a su tierra. Ellos se indignaron contra Judá y volvieron enfurecidos a su tierra. (II Crónicas 25, 10)
Cuando Ezequías vio que Senaquerib había venido con la intención de atacar a Jerusalén, (II Crónicas 32, 2)
le preguntó: "¿De dónde eres, amigo?". El ángel le respondió: "Soy uno de tus hermanos israelitas, y he venido a buscar trabajo por aquí". Tobías le dijo: "¿Conoces el camino para ir a Media?". (Tobías 5, 5)
Ahora dime por qué te has escapado de ellos y has venido hasta nosotros. Con sólo venir hasta aquí, te has salvado. Ten confianza, porque conservarás tu vida esta noche y en adelante. (Judit 11, 3)
Pero estos, viendo que habían venido con un ejército tan numeroso, no dieron crédito a sus palabras. (I Macabeos 7, 11)
porque decían: "El que ha venido con el ejército es un sacerdote de la familia de Aarón: él no nos va a traicionar". (I Macabeos 7, 14)
Este, al darse cuenta de que Nicanor había venido con pérfidas intenciones, tuvo miedo de él y no quiso verlo más. (I Macabeos 7, 30)
y cómo gracias a su habilidad y constancia, se habían apoderado de todo el territorio, a pesar de ser un lugar muy distante. Asimismo, a los reyes que habían venido a combatirlos desde los confines de la tierra, los habían derrotado, aplastándolos completamente, mientras que los restantes les pagaban tributo cada año. (I Macabeos 8, 4)