Trouvé 342 Résultats pour: plata

  • En nombre del Señor Dios, de aquel que es llamado Dios de Israel, amontonaste el oro como estaño, y como plomo acumulaste la plata. (Eclesiástico 47, 18)

  • Tu plata se ha vuelto escoria, se ha aguado tu mejor vino. (Isaías 1, 22)

  • Su país está lleno de plata y oro y sus tesoros no tienen fin. Su país está lleno de caballos y sus carros de guerra no tienen fin. (Isaías 2, 7)

  • Aquel día, el hombre arrojará a los topos y a los murciélagos los ídolos de plata y los ídolos de oro que se había fabricado para adorarlos, (Isaías 2, 20)

  • Aquel día, todo lugar donde había mil plantas de vid, a un valor de mil siclos de plata, se cubrirá de cardos y espinas. (Isaías 7, 23)

  • ¡Miren! Yo suscito contra ellos a los medos, que no estiman la plata, ni les importa el oro: (Isaías 13, 17)

  • Tendrás por impuros a tus ídolos recubiertos de plata y a tus estatuas enchapadas en oro; los arrojarás como inmundicia, y les dirás: "¡Fuera de aquí!". (Isaías 30, 22)

  • Sí, en aquel día, cada uno rechazará sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, esos que ustedes se han fabricado con sus manos pecadoras. (Isaías 31, 7)

  • Ezequías se alegró de esto, y mostró a los emisarios la sala del tesoro, la plata, el oro, los perfumes, el aceite precioso, su arsenal y todo lo que se encontraba en sus depósitos. De todo lo que había en su palacio y en sus dominios, no quedó nada que Ezequías no les hiciera ver. (Isaías 39, 2)

  • Al ídolo, lo funde un artesano, un orfebre lo recubre de oro y le suelda cadenas de plata. (Isaías 40, 19)

  • Los que malgastan el oro de sus bolsas y pesan la plata en la balanza, contratan a un orfebre para que haga un dios, lo adoran y se postran ante él; (Isaías 46, 6)

  • Son barcos que se reúnen para mí, con naves de Tarsis al frente, para traer a tus hijos de lejos, y con ellos su oro y su plata, por el nombre del Señor, tu Dios, y por el Santo de Israel, que así te glorifica. (Isaías 60, 9)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina