Trouvé 14 Résultats pour: placer

  • Por eso, ella rió en su interior, pensando: "Con lo vieja que soy, ¿volveré a experimentar el placer? Además, ¡mi marido es tan viejo!". (Génesis 18, 12)

  • ¿Es un placer para ti oprimir, despreciar la obra de tus manos y favorecer el designio de los malvados? (Job 10, 3)

  • Porque así como beber solamente vino o solamente agua es perjudicial y, en cambio, el vino mezclado con agua es agradable y produce un placer especial, de la misma manera la disposición armoniosa del relato agrada a los oídos de los que leen la obra. Y con esto, llegamos al fin. (II Macabeos 15, 39)

  • ¡Ven! Embriaguémonos de amor hasta la mañana, entreguémonos a las delicias del placer. (Proverbios 7, 18)

  • Es un placer para el hombre dar una buena respuesta, ¡y qué buena es una palabra oportuna! (Proverbios 15, 23)

  • El que ama el placer termina en la indigencia, el que ama el vino y la buena vida no se enriquecerá. (Proverbios 21, 17)

  • Yo me dije a mí mismo: "Ven, te haré experimentar el placer; goza del bienestar". Pero también esto es vanidad. (Eclesiastés 2, 1)

  • No negué a mis ojos nada de lo que pedían, ni privé a mi corazón de ningún placer; mi corazón se alegraba de todo mi trabajo, y este era el premio de todo mi esfuerzo. (Eclesiastés 2, 10)

  • Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días penosos y vengan los años en los que dirás: "No encuentro en ellos ningún placer"; (Eclesiastés 12, 1)

  • durante diez meses tomé consistencia en su sangre, gracias al semen paterno y al placer que va acompañado del sueño. (Sabiduría 7, 2)

  • Al volver a mi casa, descansaré junto a ella, porque su compañía no causa amargura, ni dolor su intimidad, sino sólo placer y alegría. (Sabiduría 8, 16)

  • No abandones a un viejo amigo, porque uno nuevo no vale tanto como él. Amigo nuevo es como vino nuevo: que se ponga añejo, y lo beberás con placer. (Eclesiástico 9, 10)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina