Trouvé 461 Résultats pour: otros

  • Que la Palabra de Cristo resida en ustedes con toda su riqueza. Instrúyanse en la verdadera sabiduría, corrigiéndose los unos a los otros. Canten a Dios con gratitud y de todo corazón salmos, himnos y cantos inspirados. (Colosenses 3, 16)

  • Acerca del amor fraterno, no es necesario que les escriba, porque Dios mismo les ha enseñado a amarse los unos a los otros, (I Tesalonicenses 4, 9)

  • No queremos, hermanos, que vivan en la ignorancia acerca de los que ya han muerto, para que no estén tristes como los otros, que no tienen esperanza. (I Tesalonicenses 4, 13)

  • No nos durmamos, entonces, como hacen los otros: permanezcamos despiertos y seamos sobrios. (I Tesalonicenses 5, 6)

  • Estímenlos profundamente, y ámenlos a causa de sus desvelos. Vivan en paz unos con otros. (I Tesalonicenses 5, 13)

  • entre otros, Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendieran a no blasfemar. (I Timoteo 1, 20)

  • Lo que oíste de mí y está corroborado por numerosos testigos, confíalo a hombres responsables que sean capaces de enseñar a otros. (II Timoteo 2, 2)

  • En una casa grande, no todos los recipientes son de oro o de plata, sino que también hay recipientes de madera y de barro. Unos se destinan a usos nobles, y otros, a usos comunes. (II Timoteo 2, 20)

  • Porque también nosotros antes éramos insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de los malos deseos y de toda clase de placeres, y vivíamos en la maldad y la envidia, siendo objeto de odio y odiándonos los unos a los otros. (Tito 3, 3)

  • Los otros sacerdotes tuvieron que ser muchos, porque la muerte les impedía permanecer; (Hebreos 7, 23)

  • Él no tiene necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer sacrificios cada día, primero por sus pecados, y después por los del pueblo. Esto lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. (Hebreos 7, 27)

  • Si Jesús estuviera en la tierra, no podría ser sacerdote, porque ya hay aquí otros sacerdotes que presentan las ofrendas de acuerdo con la Ley. (Hebreos 8, 4)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina