Trouvé 1772 Résultats pour: nuevo hombre

  • El hombre encargado de soltar el chivo para Azazel deberá lavar su ropa y bañarse con agua; después podrá entrar de nuevo en el campamento. (Levítico 16, 26)

  • La persona que los queme deberá lavar su ropa y bañarse con agua; después podrá entrar de nuevo en el campamento. (Levítico 16, 28)

  • Si un hombre de la casa de Israel inmola un buey, una oveja o una cabra dentro del campamento o fuera de él, (Levítico 17, 3)

  • Diles además: Si un hombre de la casa de Israel o alguno de los extranjeros que residen en medio de ustedes, ofrece un holocausto o un sacrificio, (Levítico 17, 8)

  • Si un hombre de la casa de Israel o alguno de los extranjeros que residen en medio de ustedes, come cualquier clase de sangre, yo volveré mi rostro contra esa persona y la excluiré de su pueblo. (Levítico 17, 10)

  • Ustedes cumplirán mis preceptos y mis leyes, porque el hombre que los cumple vivirá gracias a ellos. Yo soy el Señor. (Levítico 18, 5)

  • Si un hombre tiene relaciones sexuales con una esclava reservada a otro hombre, pero que no ha sido rescatada ni puesta en libertad, se pagará una indemnización; ellos no serán castigados con la pena de muerte, porque la mujer no es libre. (Levítico 19, 20)

  • El hombre llevará un carnero a la entrada de la Carpa del Encuentro, como sacrificio de reparación al Señor. (Levítico 19, 21)

  • El sacerdote practicará con el carnero el rito de expiación en favor de ese hombre, delante del Señor, por el pecado que cometió, y el pecado le será perdonado. (Levítico 19, 22)

  • Tú les dirás a los israelitas: Cualquier hombre entre ustedes, o entre los extranjeros residentes en Israel, que entregue a alguno de sus descendientes a Moloc, será castigado con la muerte: el pueblo del país lo hará morir a pedradas. (Levítico 20, 2)

  • Yo volveré mi rostro contra ese hombre y lo extirparé de su pueblo, porque él dio un descendiente suyo a Moloc, y así manchó mi Santuario y profanó mi santo Nombre. (Levítico 20, 3)

  • Y si el pueblo del país cierra sus ojos ante ese hombre, cuando él entrega un descendiente suyo a Moloc, y no lo mata, (Levítico 20, 4)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina