Trouvé 92 Résultats pour: llega

  • llega hasta Aiat, atraviesa Migrón, deja su equipaje en Micmás. (Isaías 10, 28)

  • ¡Miren! Ahí llega el Día del Señor, día cruel, de furor y de ira ardiente, para hacer de la tierra una devastación y exterminar de ella a los pecadores. (Isaías 13, 9)

  • El centinela responde: "Llega la mañana y de nuevo la noche. Si quieren preguntar, pregunten; vengan otra vez". (Isaías 21, 12)

  • digan a los que están desalentados: "¡Sean fuertes, no teman: ahí está su Dios! Llega la venganza, la represalia de Dios: él mismo viene a salvarlos". (Isaías 35, 4)

  • Ya llega el Señor con poder y su brazo le asegura el dominio: el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede. (Isaías 40, 10)

  • ¡Levántate, resplandece, porque llega tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti! (Isaías 60, 1)

  • Esto es lo que el Señor hace oír hasta el extremo de la tierra: "Digan a la hija de Sión: Ahí llega tu Salvador; el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede. (Isaías 62, 11)

  • ¿Quién es ese que llega desde Edóm, desde Bosrá, con las ropas enrojecidas? ¿Quién es ese, ataviado espléndidamente, que se yergue con la plenitud de su poder? -Soy yo, el que habla con justicia, yo, el poderoso para salvar. (Isaías 63, 1)

  • La palabra del Señor llegó a mí en estos términos: Si un hombre repudia a su mujer y ella, al irse de su lado, llega a ser la mujer de otro, ¿puede aquel volver de nuevo a ella? ¿No está acaso esa mujer irremediablemente mancillada? Y tú, que te has prostituido con tantos amantes, ¿podrás volver a mí? -oráculo del Señor-. (Jeremías 3, 1)

  • es un viento impetuoso que llega para servirme. Ahora, yo mismo, voy a pronunciar juicios contra ellos. (Jeremías 4, 12)

  • Tu conducta y tus acciones te han acarreado todo esto. Ahí está tu mal: ¡Qué amargo es! ¡Cómo te llega al corazón! (Jeremías 4, 18)

  • ¿Qué me importa el incienso que llega de Sabá y la caña aromática de un país lejano? Yo no acepto los holocaustos de ustedes y sus sacrificios no me agradan. (Jeremías 6, 20)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina