Trouvé 121 Résultats pour: generación mala

  • Así se pedirá cuenta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo: (Lucas 11, 50)

  • desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto. (Lucas 11, 51)

  • Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación. (Lucas 17, 25)

  • Les aseguro que no pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto. (Lucas 21, 32)

  • Y con muchos otros argumentos les daba testimonio y los exhortaba a que se pusieran a salvo de esta generación perversa. (Hechos 2, 40)

  • Pero el que come a pesar de sus dudas, es culpable porque obra de mala fe. Y todo lo que no se hace de buena fe es pecado. (Romanos 14, 23)

  • sea que nos encontremos en la gloria, o que estemos humillados; que gocemos de buena o de mala fama; que seamos considerados como impostores, cuando en realidad somos sinceros; (II Corintios 6, 8)

  • Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. (II Corintios 9, 7)

  • así serán irreprochables y puros, hijos de Dios sin mancha, en medio de una generación extraviada y pervertida, dentro de la cual ustedes brillan como haces de luz en el mundo, (Filipenses 2, 15)

  • Todos ellos deben ser irreprochables, no haberse casado sino una sola vez y tener hijos creyentes, a los que no se pueda acusar de mala conducta o rebeldía. (Tito 1, 6)

  • durante cuarenta años. Por eso me irrité contra aquella generación, y dije: Su corazón está siempre extraviado y no han conocido mis caminos. (Hebreos 3, 10)

  • Acerquémonos, entonces, con un corazón sincero y llenos de fe, purificados interiormente de toda mala conciencia y con el cuerpo lavado por el agua pura. (Hebreos 10, 22)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina