Trouvé 69 Résultats pour: frontera

  • La frontera de Manasés, por el lado de Aser, era Micmetat, que está enfrente de Siquém; luego seguía hacia el sur, hasta Iasib, la fuente de Tapúaj. (Josué 17, 7)

  • Luego la frontera bajaba al torrente de Caná e iba a terminar en el mar. Al sur del torrente hay unas ciudades de Efraím en medio de las ciudades de Manasés, y el territorio de Manasés se encuentra al norte del torrente. (Josué 17, 9)

  • Al sur el territorio pertenecía a Efraím y al norte a Manasés; el mar les servía de frontera, y lindaban con Aser por el norte, y con Isacar por el este. (Josué 17, 10)

  • seguía por la pendiente de Bet Joglá, hacia el norte, y terminaba en la parte septentrional del mar de la Sal, en el extremo sur del Jordán. Esta era la frontera sur. (Josué 18, 19)

  • Alamélec, Amad y Misal, y hacia el oeste la frontera tocaba el Carmelo y Sijor Libnat. (Josué 19, 26)

  • Su frontera partía de Jélef y de Elón Besaananím, y pasando por Adamí Ha Néqueb y Iabnel, hasta Lacúm, terminaba en el Jordán. (Josué 19, 33)

  • En cuanto a los edomitas, su frontera se extiende desde la cuesta de Acrabím, a partir de la Roca, y continúa hacia arriba. (Jueces 1, 36)

  • Luego tomó por el desierto, bordeando el territorio de Edóm y de Moab, y así llegó hasta la parte oriental del país de Moab. Acampó al otro lado del Arnón, sin violar la frontera de Moab, porque el Arnón está en el límite de Moab. (Jueces 11, 18)

  • Las vacas se fueron derecho por el camino de Bet Semes; iban mugiendo, siempre por el mismo sendero, sin desviarse ni a la derecha ni a la izquierda. Y los príncipes de los filisteos las siguieron hasta la frontera de Bet Semes. (I Samuel 6, 12)

  • Luego David, con los seiscientos hombres que lo acompañaban, cruzó la frontera y se presentó a Aquís, hijo de Maóc, rey de Gat. (I Samuel 27, 2)

  • Salomón dominaba sobre todos los reinos, desde el Río hasta el país de los filisteos y hasta la frontera de Egipto. Ellos pagaban un tributo y estuvieron sometidos a Salomón durante toda su vida. (I Reyes 5, 1)

  • Mientras tanto, todos los moabitas, al oír que los reyes subían a combatir contra ellos, se habían movilizado -desde los que estaban en edad de ceñir las armas en adelante- y se habían apostado en la frontera. (II Reyes 3, 21)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina