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Pero Jamor les habló en estos términos: "Mi hijo Siquém está realmente enamorado de esta muchacha. Permítanle casarse con ella. (Génesis 34, 8)
Aceptaremos solamente con esta condición: que ustedes se hagan iguales a nosotros, circuncidando a todos sus varones. (Génesis 34, 15)
Pero esta gente accederá a permanecer con nosotros y a formar un solo pueblo, únicamente con esta condición: que todos nuestros varones se hagan circuncidar, igual que ellos. (Génesis 34, 22)
Ellos entregaron a Jacob todos los dioses extraños que tenían consigo y los aros que llevaban en sus orejas, y Jacob los enterró debajo de la encina que está cerca de Siquém. (Génesis 35, 4)
Sobre su tumba Jacob erigió un monumento, el mismo que está en esa tumba hasta el día de hoy. (Génesis 35, 20)
Esta es la descendencia de Esaú, padre de Edóm, en la montaña de Seír. (Génesis 36, 9)
Esta es la historia de Jacob. José tenía diecisiete años, y apacentaba el rebaño, ayudando a sus hermanos, los hijos de Bilhá y Zilpá, las mujeres de su padre. En cierta ocasión, refirió a Jacob lo mal que se hablaba de ellos. (Génesis 37, 2)
Entonces Israel dijo a José: "Tus hermanos están con el rebaño en Siquém. Quiero que vayas a verlos". "Está bien", respondió él. (Génesis 37, 13)
Y agregó: "No derramen sangre. Arrójenlo en esa cisterna que está allá afuera, en el desierto, pero no pongan sus manos sobre él". En realidad, su intención era librarlo de sus manos y devolverlo a su padre sano y salvo. (Génesis 37, 22)
Sus hijos y sus hijas venían a consolarlo, pero él rehusaba todo consuelo, diciendo: "No. Voy a bajar enlutado a donde está mi hijo, a la morada de los muertos". Y continuaba lamentándose. (Génesis 37, 35)
Entonces preguntó a la gente del lugar: "¿Dónde está esa prostituta que se sentaba en Enaim, al borde del camino?". Ellos le respondieron: "Allí nunca hubo una prostituta". (Génesis 38, 21)
Él mismo no ejerce más autoridad que yo en esta casa, y no me ha impuesto ninguna restricción, fuera del respeto que te es debido, ya que eres su esposa. ¿Cómo entonces voy a cometer un delito tan grave y a pecar contra Dios?". (Génesis 39, 9)
