Trouvé 181 Résultats pour: cuidado del prójimo

  • Porque toda la Ley está resumida plenamente en este precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Gálatas 5, 14)

  • Pero si ustedes se están mordiendo y devorando mutuamente, tengan cuidado porque terminarán destruyéndose los unos a los otros. (Gálatas 5, 15)

  • Por eso, renuncien a la mentira y digan siempre la verdad a su prójimo, ya que todos somos miembros, los unos de los otros. (Efesios 4, 25)

  • Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús. (Filipenses 4, 7)

  • Ten cuidado de él, porque se ha opuesto encarnizadamente a nuestra enseñanza. (II Timoteo 4, 15)

  • Tengan cuidado, hermanos, no sea que alguno de ustedes tenga un corazón tan malo que se aparte del Dios viviente por su incredulidad. (Hebreos 3, 12)

  • Tengan cuidado de no desoír al que habla. Porque si los que rehusaron escuchar al que promulgaba oráculos en la tierra, no pudieron escapar al castigo, ¿cómo podremos escapar nosotros si volvemos las espaldas al que habla desde el cielo? (Hebreos 12, 25)

  • Por lo tanto, si ustedes cumplen la Ley por excelencia que está en la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, proceden bien. (Santiago 2, 8)

  • Y no hay más que un solo legislador y juez, aquel que tiene el poder de salvar o de condenar. ¿Quién eres tú para condenar al prójimo? (Santiago 4, 12)

  • y sálvenlos librándolos del fuego. En cuanto a los demás, tengan piedad de ellos, pero con cuidado, aborreciendo hasta la túnica contaminada por su cuerpo. (Judas 1, 23)

  • ¡Cuidado! ¡Vengo como un ladrón! Feliz el que vigila y conserva su ropa para no tener que andar desnudo, mostrando su vergüenza. (Apocalipsis 16, 15)

  • Entonces yo caí a sus pies para adorarlo, pero él me advirtió: «¡Cuidado! No lo hagas, porque yo soy tu compañero de servicio y el de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús. El testimonio de Jesús es el espíritu profético. ¡Es a Dios a quien debes adorar!». (Apocalipsis 19, 10)


“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina