Trouvé 17 Résultats pour: copas de la ira

  • Cuando oigas un ruido como de pasos por las copas de las moreras, irrumpe decididamente, porque entonces el Señor saldrá delante de ti a derrotar el campamento de los filisteos". (II Samuel 5, 24)

  • el oro puro para los tenedores, los aspersorios y las jarras; el peso del oro y de la plata para cada una de las copas de oro y plata; (I Crónicas 28, 17)

  • Hizo diez mesas y las colocó en la nave central, cinco a la derecha y cinco a la izquierda. Hizo cien copas de oro. (II Crónicas 4, 8)

  • El inventario fue el siguiente: copas de oro para la ofrenda: 30; de plata: 1.000; cuchillos: 29; (Esdras 1, 9)

  • veinte copas de oro de mil dáricos y dos vasos de bronce bruñido tan preciosos como el oro. (Esdras 8, 27)

  • Algunos jefes de familia hicieron ofrendas voluntarias para la obra. El gobernador entregó al Tesoro 1.000 monedas de oro, 50 copas, 30 túnicas sacerdotales y 500 minas de plata. (Nehemías 7, 69)

  • Se daba de beber en copas de oro, todas de formas diversas, y el vino del reino corría a raudales, gracias a la prodigalidad del rey. (Ester 1, 7)

  • la mesa de los panes de la ofrenda, los vasos para las libaciones, las copas, los incensarios de oro, el cortinado y las coronas, y arrancó todo el decorado de oro que recubría la fachada del Templo. (I Macabeos 1, 22)

  • Al mismo tiempo, le envió una vajilla de oro y un juego completo de mesa, autorizándolo a beber en copas de oro, a vestirse de púrpura y a llevar un prendedor de oro. (I Macabeos 11, 58)

  • Luego puse ante los hijos de la familia de los recabitas jarras llenas de vino y copas, y les dije: "Beban el vino". (Jeremías 35, 5)

  • beben el vino en grandes copas y se ungen con los mejores aceites, pero no se afligen por la ruina de José. (Amós 6, 6)

  • Aquel día, los cascabeles de los caballos llevarán esta inscripción: "Consagrado al Señor"; y las ollas de la Casa del Señor serán como copas de la aspersión delante del altar. (Zacarías 14, 20)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina