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  • Ustedes no comerán nada que tenga sangre. No practicarán la magia ni la adivinación. (Levítico 19, 26)

  • y el quince de ese mismo mes tendrá lugar la fiesta de los Ácimos en honor del Señor. Durante siete días comerán panes sin levadura. (Levítico 23, 6)

  • Antes de ese día, o sea, antes de entregar la ofrenda de su Dios, no comerán pan, grano tostado ni espigas tiernas. Este es un decreto válido para siempre, a lo largo de las generaciones, cualquiera sea el lugar donde habiten. (Levítico 23, 14)

  • La tierra dará sus frutos, ustedes comerán hasta quedar saciados y vivirán seguros en ella. (Levítico 25, 19)

  • Entonces el tiempo de la trilla se prolongará hasta la vendimia y la vendimia, hasta la siembra. Comerán pan hasta saciarse y habitarán seguros en su tierra. (Levítico 26, 5)

  • Comerán grano viejo largamente almacenado, y tendrán que tirar el grano viejo para dar lugar al nuevo. (Levítico 26, 10)

  • yo, a mi vez, los trataré de la misma manera: haré que el terror los domine -la debilidad y la fiebre que consumen los ojos y desgastan la vida-. En vano plantarán sus semillas, porque las comerán sus enemigos. (Levítico 26, 16)

  • Cuando los prive del sustento diario, diez mujeres cocerán su pan en un solo horno, y lo distribuirán tan bien medido, que ustedes comerán pero no se saciarán. (Levítico 26, 26)

  • Comerán la carne de sus hijos y de sus hijas, (Levítico 26, 29)

  • Pero lo harán en el segundo mes, el día catorce, a la hora del crepúsculo. Comerán la víctima pascual con pan sin levadura y con hierbas amargas, (Números 9, 11)

  • También dirás al pueblo: Purifíquense para mañana y comerán carne. Ya que ustedes han llorado delante del Señor, diciendo: ‘¡Si al menos tuviéramos carne para comer! ¡Qué bien estábamos en Egipto!’, el Señor les dará de comer carne. (Números 11, 18)

  • Y no la comerán un día, ni dos, ni diez, ni veinte, (Números 11, 19)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina