Trouvé 162 Résultats pour: Tengo

  • Verdaderamente les escribí con gran aflicción y angustia, y con muchas lágrimas, no para entristecerlos, sino para demostrarles el profundo afecto que les tengo. (II Corintios 2, 4)

  • Yo siempre les hablo con toda franqueza y tengo sobrados motivos para gloriarme de ustedes. Esto me llena de consuelo y me da una inmensa alegría en medio de todas las tribulaciones. (II Corintios 7, 4)

  • Doy gracias a Dios, porque ha puesto en el corazón de Tito la misma solicitud que yo tengo por ustedes. (II Corintios 8, 16)

  • Lo que voy a decir ahora no lo diré movido por el Señor, sino como si fuera un necio, con la seguridad de que también yo tengo de qué gloriarme. (II Corintios 11, 17)

  • Y para que la grandeza de las revelaciones no me envanezca, tengo una espina clavada en mi carne, un ángel de Satanás que me hiere. (II Corintios 12, 7)

  • En consecuencia, de buena gana entregaré lo que tengo y hasta me entregaré a mí mismo, para el bien de ustedes. Si yo los amo tanto, ¿no seré amado en la misma medida? (II Corintios 12, 15)

  • Al leerlas, se darán cuenta de la comprensión que tengo del misterio de Cristo, (Efesios 3, 4)

  • Estos obran por amor, sabiendo que yo tengo la misión de defender el Evangelio. (Filipenses 1, 16)

  • Tengo la plena convicción de que me quedaré y permaneceré junto a todos ustedes, para que progresen y se alegren en la fe. (Filipenses 1, 25)

  • Por otra parte, tengo confianza en el Señor de que pronto podré ir personalmente. (Filipenses 2, 24)

  • En efecto, estuvo enfermo y a punto de morir, pero Dios se compadeció de él, y no sólo de él, sino también de mí, para que yo no tuviera otro dolor, además de los que ya tengo. (Filipenses 2, 27)

  • Porque los verdaderos circuncisos somos nosotros, los que ofrecemos un culto inspirado en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, en lugar de poner nuestra confianza en la carne, aunque yo también tengo motivos para poner mi confianza en ella. (Filipenses 3, 3)


“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina