Trouvé 1058 Résultats pour: Oración de David

  • El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones. (Mateo 1, 17)

  • Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. (Mateo 1, 20)

  • Cuando Jesús se fue, lo siguieron dos ciegos, gritando: «Ten piedad de nosotros, Hijo de David». (Mateo 9, 27)

  • Pero él les respondió: «¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, (Mateo 12, 3)

  • La multitud, asombrada, decía: «¿No será este el Hijo de David?». (Mateo 12, 23)

  • Entonces una mujer cananea, que salió de aquella región, comenzó a gritar: «¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí! Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio». (Mateo 15, 22)

  • Había dos ciegos sentados al borde del camino y, al enterarse de que pasaba Jesús, comenzaron a gritar: «¡Señor, Hijo de David, ten piedad de nosotros!». (Mateo 20, 30)

  • La multitud los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban más: «¡Señor, Hijo de David, ten piedad de nosotros!». (Mateo 20, 31)

  • La multitud que iba delante de Jesús y la que lo seguía gritaba: «¡Hosana alHijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanaen las alturas!». (Mateo 21, 9)

  • Y les decía: «Está escrito: Mi casa será llamada casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones». (Mateo 21, 13)

  • Al ver los prodigios que acababa de hacer y a los niños que gritaban en el Templo: «¡Hosana al Hijo de David!», los sumos sacerdotes y los escribas se indignaron (Mateo 21, 15)

  • Todo lo que pidan en la oración con fe, lo alcanzarán». (Mateo 21, 22)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina