Trouvé 756 Résultats pour: Nombre

  • Que ellos invoquen mi Nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré. (Números 6, 27)

  • Luego Aarón, en nombre de todos, ofrecerá los levitas al Señor con el gesto de presentación. Así quedarán destinados al servicio del Señor. (Números 8, 11)

  • "Manda a los israelitas que todos los jefes de las familias patriarcales te entreguen cada uno una vara: deberán ser doce en total. Tú escribirás el nombre de cada uno en su propia vara; (Números 17, 17)

  • y en la de Leví escribirás el nombre de Aarón, porque tendrá que haber una sola vara por cada jefe de familia. (Números 17, 18)

  • ¿Por qué el nombre de nuestro padre tendrá que desaparecer de su clan? ¿Por el simple hecho de no haber tenido un hijo varón? Danos entonces una propiedad entre los hermanos de nuestro padre". (Números 27, 4)

  • Nobá fue a conquistar Quenat y sus ciudades dependientes, y les puso su propio nombre: Nobá. (Números 32, 42)

  • Pero Jaír, hijo de Manasés, se apoderó del distrito de Argob, hasta la frontera de Gesur y de Maacá, y puso su nombre a esa parte de Basán, que hasta hoy se sigue llamando Jaír. (Deuteronomio 3, 14)

  • No pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque él no dejará sin castigo al que lo pronuncie en vano. (Deuteronomio 5, 11)

  • Teme al Señor, tu Dios, sírvelo y jura por su Nombre. (Deuteronomio 6, 13)

  • Por eso, déjame que los destruya y que borre de la tierra hasta su nombre. De ti, en cambio, suscitaré una nación más numerosa y fuerte que ellos". (Deuteronomio 9, 14)

  • Entonces el Señor puso aparte a la tribu de Leví para que transportara el Arca de la Alianza del Señor, para que estuviera en su presencia y lo sirviera, y para que bendijera en su Nombre, como lo ha venido haciendo hasta ahora. (Deuteronomio 10, 8)

  • Teme al Señor, tu Dios, y sírvelo; vive unido a él y jura por su Nombre. (Deuteronomio 10, 20)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina