Trouvé 66 Résultats pour: Miel

  • Así la gente llegó a un bosque donde había miel en el suelo. (I Samuel 14, 25)

  • Al entrar en el bosque, vieron que allí corría la miel, pero nadie se atrevió a probarla por temor al juramento. (I Samuel 14, 26)

  • Sin embargo, Jonatán no había oído cuando su padre imponía al pueblo el juramento. Por eso, alargó el bastón que tenía en la mano, hundió la punta en la miel y se la llevó a la boca. Entonces se le iluminó la mirada. (I Samuel 14, 27)

  • Jonatán replicó: "Mi padre ha traído la desgracia al país. ¡Miren cómo se han iluminado mis ojos con sólo probar un poco de esta miel! (I Samuel 14, 29)

  • Saúl dijo a Jonatán: "Cuéntame lo que has hecho". Él le respondió: "Simplemente, he probado un poco de miel con la punta del bastón que tenía en la mano. Aquí estoy dispuesto a morir". (I Samuel 14, 43)

  • miel, leche cuajada y queso de oveja y de vaca, y se los presentaron a David y a la gente que estaba con él, para que comieran. Porque decían: "La gente está hambrienta, cansada y sedienta de tanto caminar por el desierto". (II Samuel 17, 29)

  • Toma contigo diez panes, unas tortas y un tarro de miel, y ve a su casa: él te va a anunciar qué le sucederá a nuestro hijo". (I Reyes 14, 3)

  • hasta que venga yo y los lleve a un país como el de ustedes, un país de trigo y vino nuevo, un país de pan y viñedos, un país de olivares, de aceite fresco y de miel; así ustedes vivirán y no morirán. Pero no escuchen a Ezequías, porque él los seduce, diciendo: "El Señor nos librará". (II Reyes 18, 32)

  • Cuando se promulgó la orden, los israelitas aportaron abundantemente las primicias del trigo, del vino nuevo, del aceite fresco, de la miel y de todos los productos del campo, y entregaron en abundancia el diezmo de todo. (II Crónicas 31, 5)

  • Ya no ve más los arroyos de aceite ni los torrentes de miel y leche cuajada. (Job 20, 17)

  • Son más atrayentes que el oro, que el oro más fino; más dulces que la miel, más que el jugo del panal. (Salmos 19, 11)

  • yo alimentaría a mi pueblo con lo mejor del trigo y lo saciaría con miel silvestre". (Salmos 81, 17)


“Vive-se de fé, não de sonhos.” São Padre Pio de Pietrelcina