Trouvé 216 Résultats pour: Libro

  • David dirigió al Señor las palabras de este canto, cuando el Señor lo libró de todos sus enemigos y de la mano de Saúl. (II Samuel 22, 1)

  • me libró de mi enemigo poderoso, de adversarios más fuertes que yo. (II Samuel 22, 18)

  • me sacó a un lugar espacioso, me libró, porque me ama. (II Samuel 22, 20)

  • El resto de los hechos de Salomón y todo lo que él hizo, lo mismo que su sabiduría, ¿no está escrito en el libro de los Anales de Salomón? (I Reyes 11, 41)

  • El resto de los hechos de Jeroboám, sus batallas y su reinado, todo eso está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel. (I Reyes 14, 19)

  • El resto de los hechos de Roboám y todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? (I Reyes 14, 29)

  • El resto de los hechos de Abiám y todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? Entre Abiám y Jeroboám hubo guerra. (I Reyes 15, 7)

  • El resto de todos los hechos de Asá, su valentía, sus obras y las ciudades que construyó, ¿no está escrito todo eso en el libro de los Anales de los reyes de Judá? Cuando ya era anciano, se enfermó de los pies. (I Reyes 15, 23)

  • El resto de los hechos de Nadab, todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (I Reyes 15, 31)

  • El resto de los hechos de Basá y todo lo que él hizo, así como su valentía, ¿no está escrito todo eso en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (I Reyes 16, 5)

  • El resto de los hechos de Elá y todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (I Reyes 16, 14)

  • El resto de los hechos de Zimrí y la conspiración que él urdió, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (I Reyes 16, 20)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina