Trouvé 248 Résultats pour: Jefe

  • El jefe del tercer regimiento, el del tercer mes, era Benaías, hijo del sacerdote Iehoiadá: su división tenía 24.000 hombres. (I Crónicas 27, 5)

  • El quinto jefe, el del quinto mes, era Samhut, el izrajita: su división tenía 24.000 hombres. (I Crónicas 27, 8)

  • Los sucesores de Ajitófel fueron Iehoiadá, hijo de Benaías, y Abiatar. Joab era el jefe del ejército real. (I Crónicas 27, 34)

  • Ellos estaban enrolados por clanes, de la siguiente manera: De Judá, jefes de mil hombres: Adná, el jefe, con 300.000 guerreros. (II Crónicas 17, 14)

  • Conanías, Semaías y Netanel, sus hermanos, y Jasabías, Ieiel y Iozabad, jefe de los levitas, dieron a estos cinco mil víctimas pascuales y quinientos bueyes. (II Crónicas 35, 9)

  • Ciro, rey de Persia, los puso en manos del tesorero Mitrídates, y este los contó para entregárselos a Sesbasar, el jefe de Judá. (Esdras 1, 8)

  • y los envié a ver a Idó, jefe de Casifía, con la orden precisa de lo que debían decir a él y a sus hermanos que residían en esa localidad, a fin de que nos mandaran servidores para la Casa de nuestro Dios. (Esdras 8, 17)

  • Pero los repatriados hicieron como se había propuesto. El sacerdote Esdras eligió un jefe de familia por cada grupo, designándolos personalmente a cada uno. El primer día del décimo mes, comenzaron las sesiones para examinar las causas; (Esdras 10, 16)

  • Junto a ellos trabajó Refaías, hijo de Jur, jefe de una mitad del distrito de Jerusalén. (Nehemías 3, 9)

  • Junto a él trabajó Salúm, hijo de Halojés, jefe de una mitad del distrito de Jerusalén, y también sus hijos. (Nehemías 3, 12)

  • La puerta del Basural la restauró Malquías, hijo de Recab, jefe del distrito de Bet Ha Quérem: él la reconstruyó y colocó las hojas, los cerrojos y las barras. (Nehemías 3, 14)

  • La puerta de la Fuente la restauró Salúm, hijo de Col Jozé, jefe del distrito de Mispá: él la reconstruyó, la recubrió y colocó las hojas, los cerrojos y las barras; también rehizo el muro del estanque del canal, junto al jardín del rey, hasta las escaleras que bajan de la Ciudad de David. (Nehemías 3, 15)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina